Coste humano y económico de un accidente de tránsito
La consecuencia más trágica de todo accidente de tránsito es siempre el coste humano. No obstante, los costes económicos asociados a los siniestros viales pueden resultar también preocupantes. María Seguí, directora de la DGT, señala que en el caso de nuestro país, los más de 80.000 accidentes de tráfico con víctimas que se producen anualmente en nuestras carreteras generan una pérdida del 2% del PIB nacional. A continuación, desde FUNDACIÓN MAPFRE, examinamos los datos relacionados con los accidentes de tránsito en España y, exponemos el papel que juegan las empresas en esta materia.
En primer lugar, es necesario recalcar que, a pesar del descenso del número de fallecidos por accidente de tránsito en España en los últimos diez años, la cifra de víctimas en 2013 por esta causa, alcanza los 1.128 fallecidos. Esta situación refleja la necesaria implicación, legal y moral, de instituciones, empresas, trabajadores y ciudadanos en general en materia de seguridad vial para luchar contra los accidentes de tráfico.
En España, el perfil de las víctimas se ha modificado en lo últimos años. Actualmente, el 51% de los fallecidos tiene más de 45 años, por lo que pertenecen a un grupo poblacional en plena edad productiva y de trabajo. Uno de los motivos de ello es que los trabajadores se ven particularmente expuestos al riesgo de sufrir un accidente de tránsito debido a la movilidad relacionada con su puesto laboral. Por esto mismo, la participación de la empresa en la formación de empleados en esta materia, es esencial, y una manera de evitar los costes que conlleva que uno de los empleados sufra un accidente de tránsito durante la jornada laboral.
Es más, el 75% de las muertes por accidente de tránsito se producen entre las 8 de la mañana y las 8 de la tarde, y el 64% de estos accidentes se producen de lunes a viernes. Estos datos reflejan la importancia de la jornada laboral en el número de accidentes.
Accidente de tránsito: racionalización de los traslados.
Reducir el número de víctimas por accidente de tránsito es posible. Para ello, la DGT insiste en racionalizar los desplazamientos ya sea en número de traslados, duración o modo de transporte. Entre las medidas de prevención recomendadas por la DGT encontramos: usar vías y vehículos más seguros, observar los límites de velocidad, abrocharse el cinturón de seguridad y utilizar sistemas de retención infantil o casco, y por supuesto, no tomar alcohol o drogas cuando debes ponerte al volante de un vehículo.
Dentro del ámbito laboral, la responsabilidad de las empresas en la seguridad vial de sus empleados es incuestionable, por lo que deben implicarse de manera activa en la prevención de accidentes de tráfico mediante, entre otras medidas, la formación e información de sus empleados en esta materia. Por lo tanto, la administración pública ha de trabajar de manera conjunta con las empresas privadas para poner en práctica políticas de persuasión que complementen la efectividad de políticas de disuasión como las multas.
La implicación de las empresas resulta especialmente relevante en el caso de las empresas de transporte, en las que el empresario debe responsabilizarse del mantenimiento del vehículo, de la formación e información de los trabajadores y, muy en particular, de incidir en la vigilancia de la salud.
Desde Fundación MAPFRE defendemos que todos los agentes implicados en materia de seguridad vial deben participar en su preservación de modo coordinado. Esto afecta de manera directa a empresas y trabajadores, quienes comparten la responsabilidad en términos de accidentes de tráfico dentro del ámbito laboral. Entre todos es posible mejorar la seguridad de los traslados por trabajo y prevenir posibles accidentes.