¿Hay alternativas para que los trabajadores no usen sus vehículos propios en el trabajo?
Actualmente, una parte importante de los trayectos relacionados con el trabajo se realizan en vehículos que no son propiedad de la empresa, es decir, en vehículos privados. Son los conocidos como ‘flota gris’. ¿Qué medidas o qué alternativas hay para que los trabajadores no usen sus propios vehículos?
La ‘flota gris’ abarca vehículos privados, vehículos de alquiler para uso laboral y vehículos comprados a través de un plan ECO (compra de vehículos para trabajadores), es decir, aquellos vehículos que no forman parte de la flota de la empresa.
El informe ‘Cómo gestionar la seguridad de la flota gris. Breve guía para empresas cuyo persona utiliza su propio coche para el trabajo’, realizado por el Consejo Europeo de Segridad en el Transporte (ETSC por sus siglas en inglés) en colaboración con Fundación MAPFRE dentro del programa PRAISE, muestra alternativas para que los trabajadores no hagan uso de sus propios vehículos.
En este sentido, se hace hincapié en que ‘una política de gestión del uso de vehículos de una flota gris debería incluir un plan de viaje cuyo objetivo sea reducir los viajes mediante una jerarquía de viajes’. De esta forma, la gestión de riesgos debe estar asociada a diferentes estrategias para reducir los kilómetros de la empresa a nivel general y se debe tener en cuenta qué trayectos pueden ser imprescindibles o no.
Así, debemos preguntarnos si el viaje en cuestión se puede sustituir por una teleconferencia o videoconferencia. Si es así, tendremos que optar por esta opción para evitar desplazamientos innecesarios. Además de ofrecer una mayor seguridad reducimos las emisiones de dióxido de carbono y los costes que se pueden generar por ese desplazamiento.
Otra de las alternativas a tener en cuenta es si el viaje se puede realizar a pie, bici o tren. El transporte público suele ser el mejor medio para moverse en entornos urbanos.
Otra opción es alquilar un vehículo o recurrir a un vehículo del parque o flota de la empresa. Al maximizar el uso de las flotas se reducen también las emisiones de carbono y los costes asociados.
El documento en cuestión señala que para las distancias a partir de 110 km, se recomienda que los empleados usen un coche de la flota o coche de alquiler como alternativa al vehículo propio. Los vehículos de alquiler son más indicados para trayectos más largos y normalmente tienen niveles de emisión inferiores a los de los vehículos privados.
Por supuesto, si no hay ninguna de las opciones disponible, se tendrá que recurrir al vehículo privado, especialmente si el trayecto es corto (menos de 110 km entre ida y vuelta). Por supuesto, el trabajador debe contar con el carné de conducir en vigor y mostrar que el coche esté en perfectas condiciones y que ha pasado la ITV correspondiente.
Teniendo en cuenta las alternativas mencionadas reducimos el coste y el impacto medioambiental de los viajes por motivos laborales, ofreciendo a la plantilla alternativas realistas y rentables al uso del coche.
Debemos tener en cuenta que los planes de viajes suelen ofrecer soluciones sostenibles como, por ejemplo, servicios para compartir coche, teletrabajo e instalaciones para bicicletas. Este plan de viajes se debe diseñar acorde a las necesidades de la empresa y de los trabajadores para ofrecer las soluciones más lógicas, rentables y seguras.