Un año después de la implantación de 30 km/h en ciudad
Con el objetivo de conseguir ciudades más humanas, y pensando en los usuarios más vulnerables, en mayo de 2021 se establecieron nuevos límites de velocidad en vías urbanas. ¿Se ha conseguido apaciguar el tráfico? ¿Se está potenciando una movilidad más sostenible y segura? ¿Se ha reducido la siniestralidad vial urbana?
Desde el 11 de mayo de 2021, las ciudades tienen nuevos límites de velocidad:
- 20 km/h en vías que dispongan de una plataforma única de calzada y acera.
- 30 km/h en vías de un único carril por sentido de circulación.
- 50 km/h en vías de dos o más carriles por sentido de circulación
Lo cierto es que todo indica que nos dirigimos hacia urbes más respetuosas con el ciudadano, en las que prima la seguridad y que quieren ser más apacibles y sanas. A todo ello contribuyen medidas como la reducción de la velocidad, los distintivos medioambientales en vehículos o la proliferación de vehículos más eficientes y sostenibles.
Esta reducción de las velocidades en vías urbanas viene a reflejar el objetivo de la Unión Europea, que dentro del marco de las políticas europeas en seguridad vial para el periodo 2021-2030, se basa en el llamado “Sistema Seguro”, en el que las vías y los vehículos deben estar diseñados para evitar que los errores humanos causen lesiones graves o muertes. La velocidad permitida para los vehículos es uno de los componentes del nivel de seguridad proporcionado por las otras partes del sistema. Igualmente, reducir la velocidad en las ciudades a 30 km/h es otra de las prioridades de la Agenda 2030 de la Declaración de Estocolmo 2020.
Ciudades más seguras
Así, por ejemplo, de mayo a diciembre de 2021 la siniestralidad vial en vías urbanas descendió un 14% respecto a 2019. Se trata de 38 fallecidos menos, tal y como recoge el balance provisional de 2021 de la Dirección General de Tráfico (DGT). Durante este periodo, se produjeron 222 siniestros mortales urbanos en los que fallecieron 227 personas. Se ha conseguido reducir en un 17% los fallecimientos de usuarios vulnerables y un 22% las víctimas mortales en personas mayores de 64 años de edad.
Pero todavía es pronto para hacer una valoración de los resultados, ya que se considera que es necesario esperar un mínimo de 3 años para saber si la medida adoptada cumple con los objetivos esperados, tal y como ha reconocido el propio director general de tráfico, Pere Navarro.
El establecimiento de los 30 km/h no es una medida puntual, sino que se enmarca dentro de un proyecto de movilidad urbana basado en el modelo que dice que el 20% de la longitud de las calles de las ciudades soporta el 80% del tráfico urbano, tal y como indican desde la DGT. Este 20% del trazado corresponde a las vías de entrada y salida de la ciudad y a las que enlazan los nudos de distribución entre los barrios, que deben estar blindadas a 50 km/h para garantizar la necesaria fluidez circulatoria. Fuera de esta red, queda el otro 80% de calles que solo soporta el 20% del tráfico. Estas vías son las que se utilizan para salir o llegar al destino y donde entra el calmado del tráfico a 30 km/h.
A esto hay que añadir el aumento de usuarios de vehículos de movilidad personal en las ciudades. Conviene recordar que compartimos un mismo espacio y que es importante reducir la velocidad para garantizar la seguridad de todos. Y es que está demostrado que, a menor velocidad, menos posibilidades de fallecer en un siniestro de tráfico. Por ejemplo, tras un atropello a una velocidad de 30km/h el riesgo de fallecer es un 10%. Si la velocidad es de 50 km/h, ese riesgo de fallecimiento se eleva al 90%.
¿Se respetan los límites de velocidad en ciudad?
Algunas entidades como la Asociación de Automovilistas Españoles (AEA) señala que en ciudades como Madrid se incrementaron en un 91% las multas por exceso de velocidad durante el primer trimestre de 2021 respecto al mismo periodo de 2019.
Lo cierto es que parece que cumplir con límites de velocidad especialmente reducidos le cuesta a buena parte de los conductores. El informe ‘Velocidad y usuarios vulnerables’, realizado por Fundación MAPFRE en 2017, antes de que se implantaran los nuevos límites, ya revelaba que 7 de cada 10 incumplía con los límites de velocidad fijados en proximidades de colegios, residencias o parques, es decir, zonas de especial riesgo por la alta presencia de peatones y con velocidades máximas especialmente bajas.
Precisamente, el informe muestra que en cuanto menor es el límite de velocidad máximo fijado, mayor es el grado en el que se excede dicha velocidad. Así, en las vías limitadas a 20 km/h la velocidad media a la que circulaban los vehículos era de 35,7 km/h. Por su parte, un 82% de los vehículos tampoco cumplía con el límite de velocidad de 30 km/h (243 vehículos) y circulaban a una media de 37,9 km/h. Sin embargo, cuando la vía estaba limitada a 50km/h la velocidad media estaba incluso por debajo (42,2 km/h). En este caso, el 24% de los conductores había infringido la velocidad indicada, es decir, 269 vehículos.
Aún es pronto para confirmar si se están respetando los nuevos límites de velocidad establecidos en ciudad, pero hay que incidir en que todos estos límites están motivados. Y es que hay que tener en cuenta la gran vulnerabilidad de usuarios como peatones o ciclistas. El respeto y el cuidado hacia los más débiles deben primar en la movilidad.