Así de importante es la audición para la movilidad
Aproximadamente 1.500 millones de personas viven en el mundo con algún grado de pérdida de audición, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, se prevé que la cifra aumente a casi 2.500 millones de personas en el año 2050, es decir, una de cada cuatro personas no escuchará adecuadamente.
Si no se trata, esta pérdida de audición puede tener una importante repercusión en el día a día de las personas afectando a la educación, el empleo, y provocar aislamiento, soledad o estigma social. La detección temprana de la pérdida de audición y de las enfermedades otológicas es fundamental para poder ofrecer un tratamiento eficaz. En este sentido, cabe destacar que la audición también juega un importante papel en la movilidad de las personas. Y es que es uno de los sentidos más importantes para garantizar la seguridad en los desplazamientos, tanto de peatones como de conductores.
La pérdida de audición puede deberse a causas genéticas, complicaciones en el parto, ciertas enfermedades infecciosas, otitis crónicas, exposición a sonidos fuertes, uso de medicamentos ototóxicos y envejecimiento, según la OMS. La detección es el primer paso para tratar la pérdida auditiva y las enfermedades del oído relacionadas con ella. Sin embargo, hay un gran desconocimiento sobre este problema y falta de recursos para tratarlo adecuadamente. Por ejemplo, solo un 17% de todas las personas que podrían beneficiarse de utilizar un audífono lleva uno, tal y como señala la OMS.
Como hemos indicado, esta pérdida de audición afecta al día a día de las personas y, por supuesto, también a la movilidad, poniendo en riesgo la seguridad. Como peatones, es importante poder escuchar todo lo que ocurre a nuestro alrededor: proximidad de vehículos, indicaciones de agentes, avisos por parte de los usuarios, sonidos que nos pueden alterar de algún percance… Si además llevamos un vehículo, el riesgo por no escuchar bien es todavía mayor. De hecho, para obtener el permiso de conducir o su renovación, es necesario que los conductores pasen una revisión médica en un centro de reconocimiento de conductores homologado por la Dirección General de Tráfico, que confirmará si tenemos o no pérdida de audición. Para ello se realizan dos pruebas: la otoscopia y la audiometría tonal. Sin embargo, cuando hablamos de usuarios de bicicletas o patinetes, no hay una revisión médica que lo compruebe.
¿Puedo conducir con problemas de audición?
Todo va a depender del grado de audición, y puede, incluso, ser necesario adaptar el vehículo. Concretamente, el Reglamento General de Conductores establece dos niveles de índice de pérdida auditiva combinada (IPC) para los dos grupos de permisos: licencia de conducción ordinaria o profesionales.
En este sentido, establece que las hipoacusias, con o sin audífono, de más del 45% de pérdida combinada entre los dos oídos obtenido el índice de esta pérdida realizando audiometría tonal, impide la obtención o prórroga del permiso o licencia en el caso de los permisos AM A1, A2, A, B, B+E y LCC. Si no se llega a este nivel, no son necesarias restricciones. En el caso de los conductores profesionales (C1, C1 + E, C, C + E, D1, D1 + E, D, D + E ), en lugar del 45% es el 35%.
En este sentido, establece que los conductores ‘ordinarios’ con pérdida combinada de más del 45% (con o sin audífono) deberán llevar espejo retrovisor exterior a ambos lados del vehículo e interior panorámico. Esta adaptación no se admite para los conductores profesionales y no podrán obtener o renovar el carnet de conducir en estos casos.
Por supuesto, no deben existir alteraciones del equilibrio (vértigos, inestabilidad, mareo, vahído) permanentes, evolutivos o intensos, ya sean de origen otológico o de otro tipo.
En este artículo hablamos de la pérdida de la audición, vértigo de origen nervioso, trastornos del nervio facial, y su repercusión en la conducción.
Desde Fundación MAPFRE queremos destacar la gran ayuda que pueden suponer los sistemas ADAS para aquellas personas que tienen problemas de audición. Y es que hay sistemas como la detección de ángulos muertos o el cambio involuntario de carril que, además del aviso sonoro, ofrecen avisos luminosos o hacen vibrar el volante en situaciones de peligro. Son ejemplos de cómo la tecnología puede ayudar al conductor y trabajar por su seguridad.
Consejos para moverse con problemas auditivos
-Si tienes problemas de audición importantes y dentro de los límites establecidos, lleva siempre el audífono en los casos necesarios y, por supuesto, realiza las adaptaciones requeridas en el vehículo.
-Revisa con frecuencia el buen estado y funcionamiento del audífono: comprueba que tienen batería, que están limpios y que han pasado las revisiones periódicas del centro auditivo.
-Comprueba la correcta colocación de los espejos retrovisores. Estos deben mejorar el campo de visión y compensar la pérdida auditiva.
-No conduzcas con otros sonidos que te puedan distraer y hacer que no escuches lo verdaderamente importante, es decir, procura no conducir con la radio puesta o escuchando música. Por supuesto, recuerda que está prohibido conducir con auriculares.
-Si has cambiado la prótesis, evita conducir un vehículo hasta comprobar que te has adaptado correctamente a la nueva.
-Sigue siempre las indicaciones del médico en lo que respecta a la conveniencia o no de ponerse al volante o llevar cualquier otro tipo de vehículo como bicicletas o patinetes.
-Evita conducir si has pasado por una intervención quirúrgica de oído hasta que te lo índice el especialista.
-Si has sufrido alteraciones de equilibrio o vértigo, evita conducir y ten en cuenta que hay determinados medicamentos que afectan a la capacidad para ponerse al volante. Si tienes que salir a la calle, procura ir acompañado.