¿Qué beneficios aporta moverse de una forma más sostenible?
Utilizar el vehículo de forma racional, apostar por combustibles alternativos o vehículos electrificados, o hacer un mayor uso de la bicicleta y del transporte público son algunas de las muchas formas en las que, de forma individual, se puede contribuir a una movilidad más sostenible. Por supuesto, para este cambio de actitud hacia el transporte es indispensable el compromiso no sólo de la sociedad civil, sino también de las distintas Administraciones Públicas, para fomentar estas formas de desplazamiento menos contaminantes, establecer zonas libres de emisiones o mejorar el transporte público, entre otras medidas. Y es que son muchas las razones que nos deben llevar a realizar e impulsar estos desplazamientos de una manera más sostenible.
Los objetivos que se deben alcanzar ya están fijados en la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética, que establece para España la meta de neutralidad climática en 2050. Sin duda alguna, la movilidad juega un papel determinante. De hecho, más del 30% de las emisiones de CO2 de la Unión Europea provienen del sector del transporte, siendo el transporte por carretera por sí solo el responsable del 28,4 % de las emisiones de gases de efecto invernadero, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Con estos datos, la movilidad sostenible se vuelve más que necesaria.
Con motivo de la Semana Europea de la Movilidad (SEM), que se celebra anualmente del 16 al 22 de septiembre, se abordan diez razones vitales que no pueden esperar.
DIEZ BENEFICIOS
1-Mejora del planeta. Una de las grandes ventajas de apostar por desplazamientos menos contaminantes es precisamente la mejora del medioambiente. Los coches son responsables del 60,7% de las emisiones de CO2 que proceden del transporte por carretera en la UE, según datos este mismo ministerio.
2-Contribución a la salud. Es innegable que la contaminación del aire es especialmente perjudicial para la salud de las personas, favoreciendo la aparición de enfermedades respiratorias o problemas de desarrollo infantil, entre otros. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), la calidad del aire en Europa sigue mejorando en los últimos años, pero, en muchos ámbitos, especialmente en las ciudades, la contaminación se mantiene por encima de los niveles de seguridad recomendados. Concretamente, la agencia indica que casi toda la población europea (96 %) que vive en ciudades está expuesta a concentraciones de partículas finas (PM2,5) superiores a las establecidas como seguras por la OMS. Estas partículas finas son las que causan los mayores efectos negativos para la salud.
3-Ahorro económico. Moverse en transporte público, en bicicleta o paseando supone un importante ahorro en factores como el mantenimiento del vehículo o el combustible. Por supuesto, el vehículo eléctrico también supone un importante ahorro para el bolsillo en lo que respecta al precio de la gasolina o el gasóleo, que se encarece año tras año. Además, tampoco se ven afectados por las normas de estacionamiento regulado que hay en los núcleos urbanos.
4-En mejor estado físico y mental. Muy relacionado con la salud, moverse en bicicleta o ir andando contribuye a encontrarse mejor físicamente. Mantenerse activo es primordial, especialmente si se tiene una vida sedentaria. Además, este ejercicio físico contribuye a un mejor estado mental, pues contribuye a reducir el estrés, la ansiedad o irritación propias de la movilidad moderna en las grandes ciudades.
5-Ciudades menos congestionadas y tardar menos en llegar al trabajo o al lugar de estudios. Una movilidad más respetuosa y eficiente, con el centro en los transportes colectivos públicos, supone conseguir una disminución del tráfico rodado. El desafío es conseguir ciudades con menos vehículos donde el gran protagonista sea el peatón.
6-Mayor protección de los usuarios vulnerables. Peatones, ciclistas, usuarios de patinetes eléctricos o motociclistas. Todos ellos son usuarios vulnerables. Cuando se reduce la presencia del coche o de los vehículos pesados en la circulación, también se mejora la seguridad de estos usuarios vulnerables y se favorece su presencia.
7-Menos ruido en las ciudades. La movilidad sostenible contribuye a que las ciudades disfruten de menos ruido ambiental provocado por el tráfico de vehículos (atascos, aceleraciones, frenazos, ruido del claxon…).
8-Mejora de la seguridad vial. Ligado a la protección de los usuarios vulnerables, apostar por vehículos menos contaminantes supone también por apostar por vehículos con la última tecnología y, por ello, vehículos que no sólo reducen las secuelas de los siniestros de tráfico, sino que también evitan que estos se produzcan. Los conocidos sistemas de ayuda a la conducción ADAS juegan un papel determinante en esta reducción de los siniestros y las víctimas.
9-Mejor convivencia de todos los usuarios. Todos los usuarios tienen el mismo derecho a usar las vías. La mayor parte de las ciudades fueron diseñadas pensando en el tráfico rodado y no se tuvo en cuenta otras formas de movilidad. Afortunadamente, las ciudades están cada vez más comprometidas fomentando la instalación de carriles bici, ampliando los espacios urbanos dedicados a los peatones y estableciendo zonas de bajas emisiones, a las que sólo los vehículos menos contaminantes puedan acceder.
10-Satisfacción personal. Porque no hay nada como sentir que las cosas se hacen bien y que se está contribuyendo a la mejora de la movilidad y, por ende, a la mejora del planeta.
Sólo tenemos un planeta y hay que cuidarlo. Apuesta por una movilidad más sostenible para poner tu granito de arena, esto es algo que sólo se puede conseguir con el compromiso de todos