Casco de moto homologado
Porque a pesar de que la gran mayoría de motoristas en nuestras carreteras cumplen con la normativa sobre seguridad, no basta con llevar el casco, es necesario asegurarse de llevar un casco para moto en buenas condiciones, y un modelo que esté perfectamente homologado. Solo si está homologado estaremos realmente protegidos en caso de accidente.
Casco para moto: etiqueta de homologación
Para comprobar si vuestro casco para moto está homologado, lo primero que hay que hacer es encontrar la etiqueta de homologación en el protector del casco. Esta etiqueta es la garantía que certifica la idoneidad del casco para su uso en vehículos de dos ruedas.
Todos los casco para moto vendidos en la Unión Europea deben llevar en su etiqueta de homologación la letra E, y un número adicional que indica el país donde se ha realizado la homologación del casco. En el caso de nuestro país es el número 9, y la normativa vigente la ECE R22-05.
Cuando busquéis la etiqueta de homologación en vuestro casco de moto, la letra mayúscula situada en la parte superior y acompañada de un número es la combinación que indica el país europeo donde se realiza la homologación. En la hilera de números inferior, los dos primeros corresponden a la revisión vigente de la norma. Los cuatros números siguientes conforman el número de homologación asignado al casco. La letra mayúscula que encontrarás a continuación se otorga según el tipo de casco y el nivel de seguridad, pudiendo encontrar tres tipos: P es para los que son protectivos en la parte del mentón (es decir, se han realizado y superado los ensayos de homologación sobre esta parte); N/P para los no que no lo son; y J para jet o abierto. Por último, la combinación final de cuatro números indica el número de serie de producción que permite controlar y seguir un producto.
Es importante que realicéis el ejercicio de averiguar si vuestro casco para moto está correctamente homologado o no, y qué nivel de seguridad os ofrece (P, N/P o J), porque desafortunadamente se producen confusiones que nos llevan a utilizar cascos que no son lo suficientemente seguros. Por ejemplo, existen cascos para automóviles muy similares a los cascos para motos, que sin embargo no están homologados para motocicletas y por lo tanto no ofrecen la protección necesaria. En estos casos, incluso los agentes de la autoridad podrían no darse cuenta de la diferencia y por lo tanto no advertirte del riesgo. Por ello es fundamental que seáis vosotros mismos quienes os aseguréis de utilizar un casco que esté homologado para que así vuestra seguridad en carretera esté garantizada.
No obstante, desde Fundación MAPFRE os recordamos que a pesar de utilizar un casco muy seguro, es totalmente necesario llevarlo correctamente atado. Debido al envejecimiento de los materiales, los cascos tienen una vida útil determinada, con los años van perdiendo con los años su capacidad protectora.
Por otra parte, los cascos deben ser sustituidos por otros nuevos cuando hayan sufrido un impacto, ya que aunque los daños externos no parezcan muy grandes, puede suceder que las capas interiores, que absorben la energía del impacto, hayan hecho su trabajo, por lo que se encuentren aplastadas. Por eso, debes asegurarte de utilizar un casco que no solo esté homologado, sino que esté también en perfectas condiciones.