¿Sabes cómo actuar al volante ante la presencia de un ciclista?
Con la llegada del buen tiempo la bicicleta se posiciona como uno de los medios de desplazamientos favoritos para moverse por ciudad. La convivencia entre todos los vehículos de la vía es clave, pero muchas veces no se actúa de la forma correcta cuando al volante de un coche nos encontramos con un ciclista. ¿Cómo debemos modificar nuestra conducción? ¿Cómo actuar adecuadamente ante la presencia de una o varias bicicletas?
Si conduciendo te encuentras con un ciclista, ten en cuenta que hablamos de un usuario más de la vía. A esto hay que añadir que es un usuario vulnerable y que, a diferencia de un coche o una furgoneta, no cuenta con un chasis que le proteja. Por este motivo, lo primero que se debe hacer es reducir la velocidad y mantener una distancia de seguridad adecuada. El ciclista no se debe sentir presionado y, si es necesario, se debe igualar la velocidad a la suya o incluso detenerse por completo.
Si quieres adelantarle, recuerda que debes mantener una distancia lateral entre coche y ciclista de al menos 1, 5 metros. Esto mismo ocurre si se trata de más de una bicicleta. En estos casos está permitido rebasar la línea continua central, aquella que delimita dos carriles, aunque se tenga que invadir el sentido contrario. Esta maniobra siempre debe hacerse con total seguridad y tras comprobar que se dispone del tiempo suficiente para volver al carril sin molestar ni poner en peligro a nadie.
Por supuesto, hay que tener en cuenta tanto a los ciclistas que circulan por nuestro carril y en nuestro sentido como a aquellos que lo hacen en sentido contrario. Si se va a realizar un adelantamiento, también debemos cerciorarnos de que con nuestra maniobra no comprometemos su seguridad.
Ciclistas y prioridad
Hay que recordar que dos ciclistas pueden circular en paralelo salvo en aquellos tramos de poca o nula visibilidad como pueden ser curvas, cambios de rasante o zonas con niebla. Igualmente, pueden formar pelotones en fila de dos, que se consideran un vehículo más de la vía.
Por supuesto, los ciclistas siempre tienen prioridad en carriles bici, pasos para ciclistas o arcenes señalizados. Si no hay carril bici o arcén señalizado, el ciclista debe utilizar el arcén “normal”; pero si es insuficiente, puede utilizar parte del carril habilitado para automóviles. Eso sí, siempre debe situarse en el lado derecho de la vía. Igualmente, hay que tener en cuenta que el ciclista siempre tiene la prioridad ante un vehículo de motor que gire en un cruce.
¿Qué ocurre en un cruce o en una rotonda? Si hablamos de un grupo de ciclistas, como hemos indicado, son un único vehículo y, por lo tanto, en el momento en el que el primer ciclista del pelotón entre en la rotonda, los conductores que se incorporen tendrán que ceder el paso a todo el grupo de ciclistas.
En lo que se refiere a estacionamiento, los conductores no pueden parar o estacionar en vías ciclistas, y tampoco pueden hacerlo en pasos para ciclistas.
Por último, queremos señalar que está prohibido llevar abiertas las puertas del vehículo, abrirlas antes de su completa inmovilización y abrirlas o apearse de aquél sin haberse cerciorado previamente de que ello no implica peligro o entorpecimiento para otros usuarios, especialmente cuando se refiere a conductores de bicicletas.