¿Cómo funciona el sistema de detección de ángulo muerto?
¿En qué consiste el sistema de detección de ángulo muerto? ¿Cómo funciona? ¿Es eficaz a la hora de reducir la siniestralidad vial? Abordamos la importancia de este sistema de seguridad.
El informe ‘El coche del futuro será más seguro: ADAS (Advances Driver-Assistance Systems), sistemas avanzados de conducción’, realizado por Fundación MAPFRE, recoge aquellos sistemas tecnológicos que marcan un antes y un después en los automóviles y en la seguridad vial. Entre ellos se encuentra el sistema de detección de ángulo muerto, que ayuda a evitar colisiones cuando el conductor cambia de carril sin percatarse de la existencia de otro vehículo en el ángulo muerto, ya sean en el lateral derecho o izquierdo.
Tal y como indica el mencionado informe, en general, si el sistema está activado, el retrovisor cuenta con un indicador visual que se enciende de forma permanente cuando hay un vehículo en el punto muerto. Sería el caso de un sistema pasivo.
También cabe la posibilidad de que el indicador visual pase de ser fijo a intermitente y, además, emita una señal acústica, se produzca una vibración o todo a la vez, cuando el conductor acciona el intermitente para cambiar de carril y hay otro vehículo en ese punto muerto. Algunos sistemas hasta pueden llegar a actuar sobre los frenos. En este último caso, el sistema sería activo y suele denominarse asistente de cambio de carril (Lane Cross Assistant, LCA).
El sistema suele estar compuesto por un interruptor de conexión y desconexión del sistema, dos sensores de radar ubicados en las aletas traseras del vehículo, detrás del paragolpes o integrados en ellos (algún fabricante utiliza los sensores de ultrasonidos en los paragolpes), unidad de control, indicador de advertencia (visual, sonoro o combinación de ambos) y el sistema de freno (si cuenta con esta opción).
El sistema de detección de ángulo muerto evita los alcances traseros o laterales contra vehículos situados en zonas en las que la visión del conductor está limitada, así como aquellos siniestros provocados por despistes del conductor en adelantamientos o cambios de carril.
Según Centro Zaragoza, con este sistema se podrían evitar al año en España el 3% de los accidentes con víctimas, o lo que es lo mismo, 16 muertos y 170 heridos graves. Pese a ello, el sistema no es obligatorio ni está previsto que lo sea a medio plazo.
Este mismo informe de Fundación MAPFRE enumera algunas situaciones que disminuyen o limitan el sistema de detección de ángulo muerto como la lluvia, barro o nieve en la zona de los radares, objetos de volumen reducido que no puedan ser perfectamente identificados, como peatones o ciclistas, o que el sistema pueda dar falsos positivos con elementos de la calzada, por ejemplo, el guardarraíl.
Este sistema se ofrece como equipamiento opcional en vehículos de gama media y alta. Su precio oscila de los 600 a los 2.300 Euros y suele ofrecerse junto con otros sistemas en los conocidos como “paquetes opcionales”.