¿Cómo puede afectar la primavera a tu conducción?
Con la llegada de la primavera y del buen tiempo se incrementan las ganas de moverse, de viajar, y de disfrutar al máximo de nuestros momentos de ocio. A esto hay que añadir una gran ventaja: hay más horas de luz y, por lo tanto, sólo por eso la conducción se vuelve más segura. Sin embargo, hay que tener en cuenta que también hay peligros, y uno de los factores que más puede afectar a la seguridad vial es la alergia primaveral.
La polinosis es una reacción alérgica frente a los pólenes que, presentes en la atmósfera, penetran en el organismo a través de las mucosas expuestas al aire (ojos, nariz, y boca) y producen alteraciones respiratorias como la rinitis y el asma. Estornudos, picor de ojos y congestión nasal son solo algunos de los síntomas de la alergia primaveral, que además de ser molestos pueden ser peligrosos si se va a conducir.
Por un lado, el picor de ojos y el lagrimeo afectan directamente a nuestra visión. A esto hay que añadir los estornudos, que son incluso más peligrosos porque hay que tener en cuenta que, por ejemplo, estornudar durante 5 segundos seguidos mientras se conduce a 90 Km/h implica dejar de prestar atención a la carretera durante más de 125 metros. En definitiva, queda bastante claro que la alergia primaveral puede ser peligrosa si se va a conducir un vehículo.
Por supuesto, no hay que olvidar que se pueden producir episodios más graves, como ataques de asma, por ejemplo, que van acompañados de tos, dificultad para respirar, sensación de opresión torácica y pitidos.
Es nuestra responsabilidad el no conducir bajo estas condiciones, ya que ponemos en riesgo nuestra seguridad y la de los demás. Lo más recomendable es acudir a un profesional médico que nos pautará una medicación, y bajo ningún concepto se debe conducir si esta medicación afecta a nuestra capacidad para ponernos al volante, algo que ocurre frecuentemente con los antihistamínicos, que pueden provocar sueño. En todo caso, se debe leer antes el prospecto y consultar con el médico o el farmacéutico si es seguro seguir conduciendo. Hoy en día hay medicamentos indicados para la alergia que permiten seguir haciéndolo. Por supuesto, bajo ningún concepto debemos automedicarnos.
Consejos para conducir en primavera
- Si tienes alergia primaveral, antes de coger el coche, consulta los niveles de polen que hay en tu ciudad y donde te vayas a dirigir. Si estás en España, puedes hacerlo en www.polenes.com.
- Utiliza gafas de sol apropiadas para conducir, homologadas, preferiblemente polarizadas y con los cristales de color gris. Aquí hablamos de las mejores gafas de sol para conducir con buen tiempo.
- Evita conducir al amanecer y al atardecer para evitar deslumbramientos cuando el sol está bajo. A esto hay añadir que, si tienes alergia, tampoco se recomienda conducir en esos momentos del día por su alta concentración polínica.
- Si tienes alergia, toma las medidas necesarias, especialmente con los efectos de la alergia y de los propios medicamentos.
- Con la primavera suben las temperaturas. Ten cuidado y no dejes a nadie dentro de un coche expuesto al sol. Piensa especialmente en niños, personas mayores, y mascotas. Recuerda que 10 minutos son suficientes para sufrir un golpe de calor si se permanece ese tiempo dentro de un vehículo a una temperatura exterior cercana a los 25 grados.
- Precaución con las lluvias propias de la primavera. Conviene no confiarse y aumentar la precaución ante estas lluvias que pueden surgir de manera inesperada.
- Seguridad también en los trayectos cortos. Como hemos mencionado, con el buen tiempo tendemos a realizar más desplazamientos, especialmente cortos y durante los fines de semana. Por supuesto, no debemos olvidarnos de los viajes de largo recorrido, en los que es fundamental parar para descansar cada 2 horas o cada 200 km.
- Respecto al coche, si tu vehículo dispone de filtro de polen asegúrate de mantenerlo limpio para evitar el paso de alérgenos al habitáculo. No abras las ventanillas si hay aviso de polen y pon el aire acondicionado. Por supuesto, mantén el coche limpio y libre de ácaros. Es importante también limpiar bien los cristales para que los destellos del sol no perjudiquen todavía más la visibilidad.
Por último, incidir en que los medicamentos no afectan a todas las personas por igual. Debemos aludir a la responsabilidad individual de cada uno. Si notas que el medicamento que estás tomando afecta a tus sentidos y a tu capacidad para conducir, no cojas un coche bajo ningún concepto. Por tu seguridad y por la del resto de usuarios.