¿Cómo reaccionar si se sufre un ataque de asma al volante?
Se estima que hay más de 235 millones de pacientes con asma en el mundo, según la OMS. Las personas que padecen esta dolencia saben que un ataque de asma puede aparecer en el momento menos esperado ante la presencia de aquellos estímulos que irritan e inflaman las vías respiratorias. Saber actuar de forma adecuada es clave para evitar una situación grave, tanto en lo que respecta a la salud del propio paciente como en lo que a seguridad vial se refiere.
Tal y como recoge la Organización Mundial de la Salud (OMS), el asma es una enfermedad crónica que se caracteriza por ataques recurrentes de disnea y sibilancias, que varían en severidad y frecuencia de una persona a otra. Los síntomas pueden sobrevenir varias veces al día o a la semana, y en algunas personas se agravan durante la actividad física o por la noche.
Como hemos indicado, se trata de una enfermedad que está muy presente en la actualidad. Sin embargo, en muchos casos no se diagnostica correctamente ni recibe el tratamiento adecuado, siendo este hecho especialmente peligroso para los pacientes, que no sabrán como reaccionar ante una crisis asmática. Si, además, este hecho ocurre durante la conducción, el riesgo se incrementa.
Durante un ataque de asma, el revestimiento de los bronquios se inflama, lo que provoca un estrechamiento de las vías respiratorias y una disminución del flujo de aire que entra y sale de los pulmones. Si esto ocurre durante la conducción, se debe realizar lo siguiente:
- Detener el vehículo de forma segura en un lugar apartado del tráfico. Reduce la velocidad y señala tu intención de salir de la vía. Detén el vehículo, si es posible, en una vía de servicio o zona alejada de la circulación si te encuentras en una autopista o autovía. Si estás en ciudad, señalizar la maniobra y parar el vehículo será más sencillo.
- Sigue las indicaciones de tu médico para estos casos. Se recomienda llevar siempre consigo la medicación pautada por el profesional para las crisis asmáticas (se suele pautar un medicamento de alivio rápido). La guantera puede ser un buen lugar para guardar las medicinas, pero ten cuidado, ya que la temperatura interior de un coche expuesto al sol puede superar fácilmente los 50º C.
- Si hay un centro de salud u hospital cerca, intenta acudir a él para que te ofrezcan el tratamiento adecuado.
- Si esto último no es posible y la crisis no disminuye, o se produce un empeoramiento, llama al 112 y ofrece toda la información de la que dispongas: ubicación exacta del vehículo, medicación de la que dispones o que te has administrado, etc.
Consejos para tus viajes en coche
- Lleva siempre contigo la medicación prescrita por tu médico, especialmente aquella indicada para crisis asmáticas. Si se trata de un viaje largo, no olvides llevar informes médicos y recetas.
- Esta medicación debe estar siempre a mano. La rapidez a la hora de actuar y aplicar la medicación es muy importante.
- Evita alérgenos como polvo, polen, humo, etc., que perjudican el asma.
- Limpia el interior del coche con frecuencia.
- Revisa con frecuencia los filtros del habitáculo y procura circular con las ventanas cerradas y el aire acondicionado puesto, sobre todo si eres sensible al polen.
- Acude a tu médico con periodicidad para controlar el estado de tu asma, y sigue el tratamiento indicado.
- Si consumes antihistamínicos que puedan afectar a la conducción, no te pongas al volante. Puedes verificarlo leyendo el prospecto del medicamento o consultándolo con tu médico o farmacéutico.
Y muy importante: no se puede conducir hasta que remitan los síntomas de la crisis asmática.