¿Cómo somos los conductores españoles al volante?
¿Respetamos los conductores en España los límites de velocidad? ¿Nos ponemos siempre el cinturón de seguridad y colocamos a los niños en los correspondientes sistemas de retención infantil? ¿Utilizamos más el teléfono móvil al volante que otros ciudadanos de Europa? El Proyecto Baseline analiza en profundidad todos y cada uno de estos aspectos. Se trata de un programa de seguridad vial en el que han participado 18 países y con el que se pretende realizar un adecuado seguimiento de los progresos en seguridad vial de los países miembros a través de 8 indicadores clave de rendimiento relacionados con el comportamiento de las personas, vehículos, infraestructura y atención post siniestro. Así, se han analizado factores como el uso del casco, el cinturón de seguridad, el cumplimiento de los límites máximos de velocidad y alcohol o las distracciones al volante, entre otros.
La conclusión es que todavía queda un largo camino por recorrer, tal y como demuestran los diferentes resultados alcanzados. Así, por ejemplo, el 63% de los turismos analizados respetaban la velocidad permitida en autovía, mientras que en autopistas el porcentaje bajaba al 51%. Aunque son porcentajes bastante aceptables en comparación con el resto de países europeos estudiados, es llamativo el número de conductores españoles que no cumplen con estos límites encarreteras convencionales, nada menos que el 43%, un nivel bajo, similar al que registra Bélgica con un 46%.
Por el contrario, en vías urbanas con límite de 50km/h, el nivel de cumplimiento de los límites de velocidad por parte de turismos es de un 65%, el tercer valor más alto de los 13 países con los que se comparte límite.
En lo que se refiere a las calles con una velocidad máxima de 30 km/h, el nivel de cumplimiento es del 32%, el valor más alto de los tres países para los que se dispone de datos. Igualmente hay que destacar que la velocidad media de los turismos en las calles 30 es 11 km/h inferior a la de las calles 50 (36 frente a 47 km/h), una diferencia que supone una gran reducción del riesgo de atropello mortal o grave.
El uso de sistemas de retención infantil, en alerta
Sabemos que llevar una velocidad adecuada es importante pero también lo es hacer uso de los principales elementos de seguridad, como es el caso del cinturón. Según el mencionado proyecto, el nivel global de uso en España, tanto del conductor como del acompañante delantero, es de un 96%, situándose así entre los países que más uso hacen de él. El dato baja a un 94% cuando nos referimos al uso del cinturón en los asientos traseros. Sin embargo, es el segundo valor más alto de todos los países. Bulgaria se sitúa como el país con menor uso entre los ocupantes de plazas traseras, con un 24%.
Especialmente preocupante es el dato registrado en nuestro país en lo que se refiere al uso de sistemas de retención infantil. Sólo un 46% hacía un uso correcto de este importante sistema de seguridad para los más pequeños, el valor más bajo de todos los países con datos. Y es que hay que tener en cuenta que hablamos de niños pequeños y que el único responsable de que vayan correctamente en el vehículo es el adulto en cuestión.
En el lado contrario encontramos el uso del casco por parte de motoristas, que oscila entre el 99% en vías urbanas y el 100% en vías interurbanas.
Si nos referimos a los usuarios de bicicletas, su uso es del 90% en carreteras convencionales, siendo el valor más alto de todos los países. En vías urbanas, en cambio, su uso es del 33% de los ciclistas observados, un valor que puede considerarse intermedio. Hay que recordar que en España el uso del casco sólo es obligatorio en ciudad para menores de 16 años y para mayores de esta edad en vías interurbanas. Sin embargo, se trata de un elemento de protección que se recomienda utilizar siempre, aunque no sea obligatorio.
En el caso de usuarios de vehículos de movilidad personal, el uso del casco es de sólo un 39%. Señalar que este sistema todavía no es obligatorio para estos usuarios aunque, al igual que ocurre con los ciclistas, altamente recomendable para una mayor seguridad y protección.
¿Qué ocurre con el teléfono móvil? El porcentaje de conductores que no utilizaban dispositivos móviles mientras conducían oscila entre un 88% en ciudad y un 95% en autopista. En comparación con otros países, son valores altos. Sin embargo, desde Tráfico remarcan que hay habido diferencias metodológicas a la hora de realizar esta valoración. Por ejemplo, en España no se impuso la condición de que el dispositivo tuviera que estar necesariamente sujeto con la mano, algo que sí hicieron otros países.
Por otro lado, el porcentaje de conductores que dieron negativo en las pruebas de alcohol realizadas por los agentes de tráfico fue un 96% en autopista y autovía y un 98% en ciudad. El valor más bajo de negativos, un 88%, se observó en las noches de fines de semana, el segundo valor más bajo entre todos los países con datos.
Son datos que invitan a la reflexión y que revelan que todavía se puede hacer mucho para mejorar la seguridad vial.