¿Se puede conducir después de haber sufrido un ictus?
¿Sabías que no se puede conducir hasta pasados 6 meses sin manifestaciones después de haber sufrido un ictus? En todo caso, es el especialista médico quien debe determinar si el paciente en cuestión está capacitado para ponerse al volante. No podemos olvidar que necesitamos estar en perfecto estado para no poner en riesgo nuestra vida y la del resto.
Las enfermedades cerebrovasculares, también conocidas como ictus, se encuentran entre la primera causa de dependencia y discapacidad adquirida en el adulto en España, tal y como recoge el doctor Jaime Masjuan, Coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Unidad de Ictus del Hospital Ramón y Cajal (Madrid).
Lamentablemente, existen muchos pacientes que, tras sufrir un ictus, el daño cerebral adquirido es irreparable y deja secuelas graves. Otros necesitan de un largo proceso de rehabilitación para volver a su vida laboral y social. Por supuesto, en la mayor parte de los casos también necesitan de un tiempo para poder volver a conducir un vehículo. Y es que debemos tener en cuenta que un ictus puede dejar secuelas como hemiplejia, alteraciones del campo visual, mala orientación espacial, lentitud de reflejos, dificultades de atención, dificultad para leer o interpretar signos o deterioro intelectual.
Es muy importante evitar conducir si no se cuentan con todas las habilidades reestablecidas. Por ello, es de vital necesidad que sea el profesional médico quien determine si el paciente en cuestión puede volver a conducir tras su recuperación.
El Reglamento General de Conductores prohíbe, en caso de ataque isquémico transitorio, conducir vehículos hasta transcurridos al menos 6 meses sin manifestaciones neurológicas, aunque, dependiendo de cuáles sean, excepcionalmente y con informe del neurólogo, se puede permitir conducir turismos. En caso de ataques isquémicos recurrentes, no se permite conducir vehículos.
Hay que señalar que si hubiera secuelas neurológicas que no impidieran conducir, se necesitará un informe favorable del especialista y se limitará el periodo de vigencia del permiso como máximo un año. Tras haber sufrido un ictus, el conductor debe volver a pasar por una evaluación médica de conductores en un centro de reconocimiento autorizado, al igual que el resto de usuarios, tal y como señala el Coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Unidad de Ictus del Hospital Ramón y Cajal (Madrid) en su artículo ‘Conducción e ictus’.