El tacógrafo y la seguridad vial
El transporte por carretera es duro, pues se recorren muchos kilómetros con plazos de tiempo realmente estrictos. Al estrés por cumplir los plazos de entrega se suma el cansancio por la propia actividad de conducción, que puede estar afectada por el mal tiempo, un tráfico complicado, o la noche, cuando toca.
Para regular el transporte por carretera se utiliza el tacógrafo, que es un dispositivo que se define así: “aparato de control que se instala a bordo de ciertos vehículos de carretera, para indicar y registrar de manera automática o semiautomática, los datos relativos a los kilómetros recorridos y a la velocidad de los vehículos, así como los tiempos de actividad y descanso de sus conductores”. Desde el 1 de enero de 2006 se instalan tacógrafos digitales en los vehículos nuevos.
La función de los tacógrafos, por tanto, es la de registrar la actividad del profesional del transporte, tanto en lo que se refiere a la velocidad media, como a la distancia recorrida incluyendo los períodos de descanso. Hay que saber que, para el transporte en carretera, se regulan los tiempos de conducción y descanso de forma muy estricta, y que no cumplirlos acarrea multas que van desde los 301 hasta los 4.600 euros, dependiendo de la gravedad en cuanto a la superación de los tiempos máximos de conducción o de conducción ininterrumpida.
Los períodos de descanso también son importantes, pues, con las mismas multas que en el caso de los tiempos de conducción, influyen tanto o más en la condición psicofísica del conductor que los períodos de trabajo, por así llamarlos. No descansar en condiciones es sinónimo de riesgo, pues tanto la atención como la motivación, como los reflejos y otras aptitudes, se ven perjudicadas.
Respetar los tiempos gracias al tacógrafo es sinónimo de seguridad
Cuanto más nos ajustemos a los tiempos que dicta el Ministerio de Fomento, mejor preparados estaremos y más seguros conduciremos. Es cuestión de adaptar los plazos de entrega lo suficiente como para no forzar al conductor a transgredir dichos plazos. Gracias al tacógrafo digital, es posible controlar de forma mucho más eficiente a los conductores, y detectar, por parte de las fuerzas de seguridad, qué camiones están pasándose de la raya. Por tanto, como es un elemento, por decirlo así, que “chiva” cualquier irregularidad, es disuasorio para cualquier intención de superar las horas de conducción, o no respetar el descanso estipulado. Con el tacógrafo digital, además, se pueden transmitir los datos de forma telemática, de manera que no es necesario que una pareja de agentes detengan el vehículo para comprobar los datos.
Con esto se agiliza la actuación, y se garantiza que un mayor número de vehículos puede ser monitorizado, y vigilado. Con todo, no nos quedemos con la parte “negativa”, la del control: pensemos que todo esto está pensado para garantizar unas condiciones psicofísicas adecuadas para el ejercicio de un trabajo tan duro como el del transporte de larga distancia.