Entrevista a la Alianza Española para la Seguridad Vial Infantil (AESVI)
“Es inadmisible que después de 20 años de la obligatoriedad del uso de SRI para viajar en automóvil, (y teniendo en cuenta que España fue uno de los últimos de Europa en introducir este cambio en su legislación) aún se siga viajando en ocasiones sin hacer uso de estos sistemas esenciales para la seguridad de los pequeños”, afirman desde la Alianza Española para la Seguridad Vial Infantil (AESVI). Hablamos con dos miembros de la Junta Directiva: Joan Forrellad (secretario general y Design Manager de Grupo Jané) y Juan José Alba (vicepresidente, investigador y profesor de la Universidad de Zaragoza). Ambos consideran que la seguridad va más allá de que el menor viaje en su SRI. “Se trata de entender qué función va a desempeñar ese SRI para que, de esa forma, sepamos verificar su correcto uso”, afirman. Hablamos con ellos de cómo mejorar la situación actual, del uso de sillitas de segunda mano y del transporte escolar, entre otros.
En primer lugar, ¿qué es AESVI y cuál es el objetivo de esta alianza?
AESVi (Alianza Española para la Seguridad Vial Infantil) es una asociación compuesta por empresas e instituciones, públicas y privadas, todas ellas vinculadas de alguna forma a la seguridad vial infantil y comprometidas con su mejora constante.
AESVI cuenta con el apoyo explícito de la Fiscalía de Seguridad Vial (dependiente de la Fiscalía General del Estado) y de la Comisión de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible dentro del Congreso de los Diputados.
El objetivo principal de AESVI es proteger a los pequeños en sus desplazamientos. Bajo el lema «Su seguridad, nuestro compromiso», todo el sector que de alguna u otra forma trabaja y contribuye a mejorar la seguridad de los niños en España se une para buscar fórmulas de trabajo que permitan reducir el riesgo de lesiones de los niños en sus desplazamientos en el vehículo.
En colaboración con las diferentes instituciones representadas, y con el apoyo del resto de la sociedad, creamos un foro para reducir el riesgo de lesiones infantiles en el vehículo, cuya meta final es conseguir la cifra de 0 niños víctimas mortales.
Además, la Alianza supone la puesta en marcha de un foro donde las familias pueden encontrar respuestas a sus dudas, donde ofrecemos formación integral, y en el que la investigación científica intentará dar respuesta a las cuestiones sobre la seguridad vial infantil en nuestro país.
Foto: Joan Forrellad (secretario general y Design Manager de Grupo Jané)
Se puede decir que el uso de sistemas de retención infantil es algo generalizado entre la población. Sin embargo, todavía hay niños que viajan sin este importante dispositivo de seguridad, ¿a qué creéis que se debe?
Es generalizado, pero en nuestra opinión, no es suficiente. Es inadmisible que después de 20 años de la obligatoriedad del uso de SRI para viajar en automóvil, (y teniendo en cuenta que España fue uno de los últimos de Europa en introducir este cambio en su legislación) aún se siga viajando en ocasiones sin hacer uso de estos sistemas esenciales para la seguridad de los pequeños.
La falta de información, la concienciación y la formación de las familias son necesarias para la comprensión de los beneficios del uso de estos sistemas. La administración debería hacer un esfuerzo para revertir inmediatamente esta situación.
¿Se controla como se debería? ¿Es necesario incrementar la vigilancia al respecto o las sanciones?
No es una cuestión de sanciones, es, como insistimos, una cuestión de formación, de conseguir transmitir un mensaje claro a las familias y educarlas en la seguridad. La vigilancia puede ser útil, pero como parte de un plan bien trazado con ayuda de expertos para una correcta formación de todos los implicados en la seguridad en carretera.
¿Cuáles son los principales errores que todavía se siguen cometiendo a la hora de viajar con niños en el coche?
El error con mayúsculas es convertir la seguridad del niño en un trámite. Redundamos un poco en las cuestiones anteriores, pero lo importante es entender que la seguridad va más allá de que el menor viaje en su SRI. Se trata de entender qué función va a desempeñar ese SRI para que, de esa forma, sepamos verificar su correcto uso.
Entender su función en el coche y su correcta fijación, la propia fijación del niño en el Sistema y la importancia de seguir unas instrucciones y protocolo de instalación cada vez que vayamos a viajar. De la misma forma que cada vez que subimos a un avión nos repiten incansablemente como debemos ajustarnos el cinturón, que debemos hacer en caso de despresurización de la cabina o cualquier otro consejo o advertencia pertinentes, cada vez que instalamos al niño en un SRI deberíamos tener consciencia de su protocolo de uso.
También se trata de entender que, durante un viaje, el niño se cansará, se aburrirá, chillará,… Debemos saber hacer frente a todas esas situaciones, pero es mejor aún saber anticiparse a su aparición.
Son demasiados loes errores que seguimos cometiendo y los datos que año tras año vamos observando no reflejan una mejora satisfactoria en este sentido.
¿Se produce una relajación cuanto más mayor es el niño, es decir, hay una menor preocupación por parte de los padres en garantizar que los niños viajen de forma adecuada según van teniendo más edad? Si es así, ¿a qué se debe?
Sin duda. A medida que el niño se hace mayor, los padres tienen la falsa sensación que éste es menos vulnerable y que necesita menos atención. A medida que esta despreocupación crece, dejan de usar los SRI, y muy a menudo se pasa del SRI al cinturón de adulto demasiado pronto. Antes de los 135cm (obligación en España) y desde luego mucho antes de los 150cm de altura, recomendación que desde AESVI hacemos. Es una vez más, un problema de concienciación de la seguridad. Falta formación e información.
¿Somos conscientes de las precauciones que hay que tomar si se utiliza una sillita de segunda mano?
No lo somos. Está claro, que por el tráfico que se detecta de compra-venta de sillas de seguridad en estos portales, las familias no pueden imaginar, ni de lejos, la peligrosidad que encierran estos productos, de los que desconocemos por completo su historial, uso y conservación. El último estudio realizado por AESVI sobre las sillas de segunda mano, es demoledor. 9 de cada 10 sillas no podrían pasar la homologación que recibieron en su día por faltas graves durante los ensayos y en algunos casos, gravísimos.
Ha comenzado la vuelta al cole y millones de niños viajarán en autobuses escolares, ¿son estos autobuses escolares seguros en España o es necesario una renovación del parque?
El problema de la incompatibilidad de los Autobuses y Autocares con los SRI viene de muy lejos, y en parte, por la falta de reglamentación. No existía, hasta recientemente, una reglamentación europea específica para el transporte de niños o el transporte escolar. Esto propicia que el estado de la técnica no evolucione de la forma que debería para solucionar esta incompatibilidad y por tanto este vacío en seguridad.
Por otro lado, de igual forma que pasa con el transporte de menores en Taxi en áreas urbanas, la legislación española no exige un Sistema de Retención específico para la seguridad del transporte de menores.
Por lo tanto, es evidente, que la seguridad de los pequeños en este tipo de transporte es mejorable y es por ello que desde AESVI, estamos reclamando desde nuestra fundación un cambio de dirección en ambos tipos de transporte.
Siguiendo con la pregunta anterior, esos niños viajan sin un sistema de retención infantil adecuado en los autobuses escolares, ya que la mayoría tienen cinturón de dos puntos. ¿Cree que esto es seguro?, ¿Qué se puede hacer al respecto?
En mayo de este año, y bajo el mandato de Naciones Unidas, el Grupo informal de Trabajo, liderado por una delegación española, formada por el Ministerio de Industria y expertos del grupo Applus+IDIADA, aprobó el nuevo Reglamento Europeo para transporte infantil en autobuses. Este primer documento deberá ser ratificado en la sesión de Noviembre del WP.29, y entrará en fuerza en el momento de su publicación.
La primera fase se basa en la instalación de SRI homologados de acuerdo con el R129 y que se pueden instalar con cinturones de 3 puntos e ISOFIX, y con sistemas integrados en las propias butacas de los autobuses.
En la siguiente fase se está trabajando para los SRI que se puedan instalar en combinación con cinturones de 2 puntos, ya que la realidad es que el 90% de los autobuses y autocares de Europa aún solo cuentan con cinturones de 2 puntos de anclaje.
Este reglamento abre la puerta también a que los autobuses lleven instalados SRI built-in (SRI construidos específicamente dentro de la propia butaca) pero no obliga, así que serán las licitaciones de los ayuntamientos, etc. las que exijan su inclusión.
Por este motivo, la presión de las AMPAS, AESVI, las administraciones locales, ayuntamientos, centros escolares, etc., será más que definitiva, para propiciar estos cambios, y una mejora de las propiedades de los Autocares y Autobuses para permitir una mejor adaptación. La incorporación de cinturones de 3 puntos y la mejora de los espacios entre butacas, pueden ser esenciales para esta mejora en los próximos años.
En relación con los entornos escolares ¿son estos lo suficientemente seguros? ¿cree necesaria alguna mejora en la mayoría de ellos?
Nos preocupa más la seguridad intrínseca del menor, es decir, la capacidad que éste debe poseer para identificar un entorno hostil o de riesgo, y actuar en consecuencia. Cualquier niño debería estar perfectamente formado y entrenado para actuar siguiendo determinados protocolos y pautas de comportamiento que garanticen su seguridad. Dicho esto, creemos que los entornos escolares, desde el punto de vista de la seguridad, resultan bastante heterogéneos en España, muchas veces condicionados por el entorno en el que se encuentra ubicado el centro escolar.
Los golpes de calor son una de las mayores preocupaciones en verano. ¿Debería ser obligatorio contar con un sistema que avise en caso de que alguien se quede encerrado en el coche?
Los fabricantes de SRI, en su mayoría, disponen de accesorios o sistemas especiales para detectar con ciertas garantías estos casos de “olvido” del niño en el coche. Aunque lo más eficaz, y creemos que el futuro, está en los detectores integrados en el propio vehículo. Por un lado resultan más eficaces, y por otro no penalizan el coste del SRI, haciéndolo menos accesible para las familias.
En este sentido, Euro NCAP ya definió en 2021 un protocolo para la evaluación de la seguridad de los automóviles y su protección de los menores que incluye la necesidad de incorporar el sistema CPD (Child Presence Detection) y que entraría con fuerza el 2025.
Los padres de niños con necesidades especiales pueden encontrarse con ciertas dificultades a la hora de elegir un sistema de retención infantil adecuado para sus hijos, ¿qué se puede hacer para tenerlos más en cuenta?
Este es un tema que se ha abordado en ocasiones, y que incluso se han motivado algunos proyectos ad hoc a unas necesidades concretas, pero es muy difícil que la empresa privada pueda resolver estos casos, por lo que la administración debería localizar estos casos y proporcionar las ayudas suficientes para estimular proyectos viables que puedan dar solución a estos niños con dificultades.
¿Conseguiremos en España que ningún niño fallezca o resulte gravemente herido en las carreteras?
Ese objetivo solo se pondrá a nuestro alcance cuando seamos conscientes de que la seguridad no se mejora con medidas puntuales o simplistas. La seguridad en cualquier actividad del ser humano se consigue con rigor, con formación, con prudencia, … no es una tarea fácil, pero la seguridad vial es una triste excepción que percibimos en forma de víctimas.
¿Qué medidas echan en falta para lograrlo?
Algo que resulta inexcusable, y que parece no percibirse como necesario desde las instituciones, es la investigación técnica de los accidentes de tráfico más graves, a los efectos de obtener toda la información técnica relevante para, a partir de ella, poder adoptar las medidas preventivas más oportunas y poder emitir las mejores recomendaciones posibles a todos los agentes sociales.
También necesitamos que el discurso sobre la seguridad vial infantil sea riguroso y coherente. Hoy día, la excepción al uso del SRI en los taxis que circulan por zonas urbanas es una anomalía que resta credibilidad a los mensajes de alerta sobre una cuestión tan trascendente como es la seguridad vial infantil.