Entrevista a Rafael Barbadillo, presidente de CONFEBUS
El autobús es uno de los medios de transporte más seguros que hay. Así lo demuestran las cifras. A esto hay que añadir la gran responsabilidad que tienen los conductores de autobús en su día a día. Precisamente en formación se invierten cada año más de 8 millones de euros, tal y como ha dado a conocer Rafael Barbadillo, presidente de la Confederación Española de Transporte en Autobús, CONFEBUS, quien remarca que el 95% de la flota de autobuses ya cuenta con cinturones de seguridad. Hablamos con él del sector y del importante papel que juega en la seguridad vial.
- ¿Se puede decir que el autobús es uno de los medios de transporte más seguros? ¿A qué se debe?
El sector del autobús cuenta con la tasa de siniestralidad más reducida de todos los modos de transporte por carretera, lo que le convierte en el modo más seguro y un gran aliado de la seguridad vial. De acuerdo con los datos de la DGT, en 2019, por primera vez en la historia desde que hay registros, se cerró el año con 0 víctimas mortales en autobús, aunque desafortunadamente en 2020 lamentamos la pérdida de un viajero.
Para el sector, la seguridad de los pasajeros es una absoluta prioridad, que se consigue gracias a la importante inversión que realizan las empresas cada año, tanto en la formación de los profesionales de la conducción, como en la renovación de las flotas.
Y aunque es importante destacar las cifras positivas del autobús y la profesionalidad de los conductores, la única cifra aceptable, en cuanto a víctimas se refiere, es cero, por lo que el sector no cesará en sus esfuerzos para conseguir este objetivo.
- Los conductores de autobús tienen una gran responsabilidad en su día a día. ¿Qué cualidades considera necesarias e imprescindibles?
Efectivamente, tanto los conductores de autobuses como las empresas tienen una gran responsabilidad, por lo que una de las principales prioridades del sector es la inversión en formación, como una de las herramientas más útiles. Una partida a la que se destina cada año más de 8 millones de euros, que redundan en una elevada profesionalidad de nuestros conductores.
Así, actualmente los conductores de autobús cuentan con un alto nivel formativo en materia de seguridad vial, que abarca desde cursos de conducción segura y prevención de accidentes, hasta los de primeros auxilios, protocolos de actuación ante un accidente de tráfico o técnicas de concentración para una conducción segura.
Junto a esa responsabilidad sobrevenida de la actividad que desarrollan los conductores de autobús, también consideramos recomendables otras aptitudes como la concentración, la habilidad en la conducción o ser capaz de mostrarse paciente y mantener la calma.
- Muchas empresas del sector piden poder tener un mayor control y vigilancia sobre sus conductores. Por ejemplo, solicitan poder hacer controles de alcoholemia y drogas a sus conductores. ¿Cuál es su opinión al respecto?
A pesar de que estamos en la senda correcta, como reflejan nuestras cifras, y que nuestros conductores son grandes profesionales, también creemos que se puede mejorar la seguridad de nuestros pasajeros incorporando otras medidas adicionales como: la tolerancia cero de alcohol y drogas a los conductores profesionales; la instalación de alcolocks obligatorios en los vehículos matriculados a partir de una determinada fecha; que las empresas de transporte sean conocedoras del saldo de puntos de sus conductores, a través de notificaciones automáticas; y que los conductores se sometan a reconocimientos médicos periódicos como se hace en otros modos de transporte.
- La última reforma del Reglamento General de Conductores reduce la edad mínima para obtener el permiso de autobús a los 18 años, siempre que sea para servicios regulares. sin pasajeros y en un radio máximo de 50 km. Solo es a partir de los 21 años y con el CAP de 280 horas cuando podrán llevar pasajeros. ¿Cuál es su opinión sobre esta medida?
Hemos recibido esta medida con gran optimismo, ya que desde hace años el sector padece una grave escasez de conductores que amenaza seriamente el funcionamiento de los servicios.
Además, dado el importante desempleo juvenil en nuestro país, creemos que esta medida podría servir para atraer a los más jóvenes a una profesión que genera empleo estable y de calidad, evitando la gran brecha que se producía hasta ahora entre el momento en que se deja el colegio y se accede a la profesión. De este modo, se podrá desbloquear todo el potencial de la profesión como motor de trabajo global.
- ¿Cómo definiría al actual parque de autobuses en España? ¿Es necesaria su renovación? ¿Qué medidas o acciones son necesarias para llevarlo a cabo?
Nuestras empresas, que cada año invierten más de 500 millones de euros en la renovación de sus flotas, cuentan con vehículos cada vez más punteros con elevados niveles de seguridad, calidad y confort, que sitúan a la flota de autobuses española como una de las más modernas de Europa.
Sin embargo, también somos conscientes de la importancia del factor técnico, por lo que el sector seguirá invirtiendo para incorporar todos los sistemas de seguridad vial que vayan saliendo al mercado y conseguir de nuevo los datos registrados en 2019: cero víctimas mortales.
En este sentido, los fondos europeos de recuperación (NextGenerationEU) suponen una ventana de oportunidad para la renovación y digitalización del sector.
- El cinturón de seguridad en los autobuses es una gran medida de cara a la seguridad. Sin embargo, solo es obligatorio para autobuses matriculados a partir de 2007. ¿Hay datos de cuántos autobuses cuentan con este importante sistema de seguridad?
Tras quince años desde que se implantara esta medida, estimamos que el 95% de la flota de autobuses ya cuenta con cinturones de seguridad, de hecho, muchos de ellos ya contaban con este importante dispositivo de seguridad incluso antes de ser obligatorio.
- En esta línea, el cinturón de seguridad en autobuses es obligatorio si cuentan con él. Sin embargo, según un estudio realizado por Fundación MAPFRE y ALSA, solo 2 de cada 10 pasajeros hacían uso de él. ¿Qué es necesario para incrementar su utilización entre los pasajeros?
En paralelo a este estudio de 2017, también se lanzó la campaña #tefaltaalgo, una iniciativa que la Fundación MAPFRE llevó a cabo en colaboración con diversas empresas de transporte en autobús y a la que también se sumó CONFEBUS. Una iniciativa que tuvo como objetivo concienciar a la sociedad acerca de la importancia de utilizar el cinturón de seguridad en un modo que registra cada año un importante número de usuarios cada día. En 2019, año previo a la pandemia, el autobús contó con más de 3.100 millones de viajeros.
A pesar de que desplazarse en autobús es 21 veces más seguro que hacerlo en coche, atendiendo al número de heridos, y 24 veces más seguro si atendemos al número de víctimas mortales, sin duda es necesario que las administraciones sigan sensibilizando a los viajeros para que se acostumbren a ponerse el cinturón de forma automática al sentarse en un autobús, tal y como sucede cuando nos subimos a un coche o a un avión, ya que el uso del cinturón de seguridad reduce entre un 20 y un 80% la probabilidad de sufrir lesiones graves y mortales.
- ¿Qué otros sistemas se deberían implantar o ser obligatorios para aumentar la seguridad vial?
Además de que los elevadísimos requisitos de seguridad que se exigen a fabricantes y carroceros de autobuses y empresas de transporte de viajeros, los autobuses son los primeros en incorporar todos los avances tecnológicos que se desarrollan en la industria de la automoción, antes incluso que en los turismos, lo que hace que las flotas de autobuses cuenten con los sistemas de seguridad más punteros que salen al mercado.
De este modo, en la actualidad nuestra flota está equipada con la tecnología de última generación en materia de seguridad: sistemas de frenado de emergencia, sistemas de aviso de colisión frontal, sistemas de aviso de abandono involuntario de carril, detectores de fatiga, protección delantera contra empotramiento, sistemas electrónicos de control de estabilidad, sistemas de reparto electrónico de frenada, suspensión neumática controlada electrónicamente, sistemas de lectura de temperatura y presión de los neumáticos, control de arranque en pendiente, control de velocidad en bajadas, control de crucero adaptativo, detección de señales de tráfico, ABS, ASR… entre otros.
- Diferentes voces reclaman una mayor seguridad en el transporte escolar en autobús y solicitan que los niños puedan viajar con un sistema de retención infantil para los cuales son necesarios cinturones de tres puntos. Actualmente la mayoría de los cinturones son de dos puntos. ¿Cuál es su opinión al respecto? ¿Viajan actualmente los niños de forma segura? ¿Es necesario renovar el parque de autobuses para ofrecerles una mayor seguridad o hacer cambios normativos?
Por supuesto la seguridad es la máxima prioridad de nuestro sector en el transporte escolar. Y si las cifras de seguridad vial del autobús son muy buenas en general, éstas son aún mejores cuando hablamos de transporte escolar, ya que, según datos de la DGT, este tipo de transporte lleva muchos años sin registrar ninguna víctima.
Además, la DGT también ha revelado que más del 90% de los accidentes que se producen durante el transporte escolar tienen lugar en el momento de subir o bajar del vehículo.
No creemos que sea necesario un cambio normativo para mejorar la seguridad de la flota, ya que, como he mencionado anteriormente, los requisitos de seguridad para fabricantes, carroceros y empresas son muy estrictos, aún más si cabe en el caso del transporte escolar, siendo el propio mercado de autobuses el que se va renovando de manera paulatina y continuada incorporando los sistemas de seguridad más punteros que existen en el mercado de la automoción.
- Por último, ¿cómo se ha adaptado el sector a la situación ocasionada por la pandemia? ¿Qué medidas se han llevado a cabo? ¿Se puede decir que el autobús es un medio de transporte seguro en este sentido?
Desde el comienzo de la pandemia, las empresas de transporte en autobús han realizado grandes esfuerzos para implantar los más estrictos protocolos de limpieza y desinfección recomendados por las autoridades sanitarias para contener el virus y garantizar la seguridad en sus servicios, que, junto con el uso obligatorio de la mascarilla y los sistemas de ventilación instalados en las flotas, que renuevan el aire cada 3 minutos como mínimo, hacen del transporte en autobús un entorno totalmente seguro para los viajeros.
Quiero recordar también que el sector fue pionero en la adaptación de estos protocolos de seguridad sanitaria. Así, en junio de 2020 se publicó una guía para la reducción del contagio por el coronavirus SARS-CoV-2 con claras especificaciones de servicio, limpieza y desinfección, mantenimiento y gestión del riesgo, en la que también se establecieron las pautas para poder desarrollar un plan de contingencia con las medidas concretas a adoptar para reducir los riesgos de contagio, así como un plan de limpieza y desinfección.
Adicionalmente, diversos informes, como el elaborado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, y otros llevados a cabo por la Unión Europea han avalado la seguridad del transporte público para el transporte de viajeros en cuanto a transmisión aérea del COVID-19, siempre y cuando se respete la obligatoriedad del uso de la mascarilla.