Errores que debes evitar cuando conduces de noche
Muchos son los conductores que aprovechan la noche para hacer sus viajes en carretera, ya sean de ocio o por trabajo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que hay diversos factores de riesgo que hay que evitar a toda costa en nuestra conducción nocturna. ¿Los conoces?
-Conducir con sueño es uno de los principales errores. Durante la noche se produce un “adormecimiento” natural. Por ello, es vital haber descansado y dormido lo suficiente con anterioridad a un viaje nocturno.
La probabilidad de que se produzca una colisión por la noche es 10 veces superior a que se produzca de día. El ciclo natural del sueño del cuerpo humano provoca que la mayoría de las personas tengan sueño al menos en dos momentos al día: por la noche y por la tarde. En estos momentos hay mayor tendencia a quedarse dormido al volante. De hecho, los siniestros de tráfico causados por conductores fatigados tienden a producirse en largas jornadas de trabajo o en carreteras monótonas entre las 2 y las 6 de la mañana y entre las 2 y las 4 de la tarde, tal y como recoge el informe PRAISE: “Vencer la fatiga”, realizado por el Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte (European Transport Safety Council, ETSC).
-No se debe conducir de noche si el alumbrado no funciona bien. Ver y ser vistos es primordial, sobre todo por la noche, así que evita conducir si no funcionan correctamente todas las luces. Igualmente, recomendamos llevar repuestos por si se funde alguna lámpara durante el camino.
-¿Tienes el coche sucio? Procura limpiar bien los grupos ópticos, el parabrisas y el resto de cristales del coche para poder ver y ser vistos bien.
–No hay que confiarse en una carretera vacía. Durante la noche es habitual encontrarnos con pocos vehículos, pero no hay que bajar la guardia. Todo lo contrario. Y es que en cualquier momento podemos encontrarnos con otros vehículos de forma repentina a la salida de una curva o en un cambio de rasante.
–Conducir todo el trayecto durante la noche. Como hemos indicado, con la oscuridad aparece con más frecuencia la fatiga y el cansancio. Por eso, de noche se deben hacer más paradas para descansar que durante el día.
No debemos confundir la somnolencia con el aburrimiento. Si comienzas a bostezar, parpadeas con más frecuencia, y te cuesta fijar la mirada, seguramente estás comenzando a sufrir somnolencia. La mejor opción es estacionar el vehículo y dormir.
-No tener en cuenta que nuestra agudeza visual se ve afectada. No se ve igual de bien durante el día que durante la noche, especialmente si tenemos algún problema visual como puede ser la miopía, que se agrava durante las horas de menos luz. La agudeza visual en condiciones de poca luz baja un 20%, y en la oscuridad nos cuesta apreciar más la velocidad o el movimiento. Además, los objetos oscuros se vuelven casi invisibles.
-Otro error que debemos evitar durante la conducción nocturna es mirar directamente a las luces de otros vehículos. Es un gesto que nos puede deslumbra. En caso de sufrir un deslumbramiento, mantén la calma y reduce la velocidad lo que sea necesario.
–No respetar las normas de tráfico. Aunque sea de noche y haya pocos vehículos, se deben cumplir las normas. Mantén la distancia de seguridad, respeta las señales de tráfico, no excedas los límites de velocidad, respeta las preferencias de paso, no conduzcas si has consumido alcohol, drogas o medicamentos que puedan afectar a tus capacidades…
Sé responsable, especialmente de noche.