¿Es posible sufrir un accidente laboral vial si no vamos en coche?
Cuando hablamos de accidente de tráfico laboral inmediatamente pensamos en un trabajador que coge el coche y ha sufrido un percance. Sin embargo, no siempre es así. El término ‘seguridad vial laboral’ abarca mucho más. Y es que también incluimos a todos aquellos trabajadores que deciden ir o volver de su puesto de trabajo andando o aquellas personas que desempeñan su jornada laboral en la calle. Los peatones también se ven inmersos.
Definición de accidente de trabajo
Para entenderlo, debemos hacer referencia al artículo 156 del Real Decreto Legislativo 8/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social, donde se explica el concepto ‘accidente de trabajo’. Aquí indica que ‘se entiende por accidente de trabajo toda lesión corporal que el trabajador sufra con ocasión o por consecuencia del trabajo que ejecute por cuenta ajena’. Por ello, tiene la consideración de accidente de trabajo, entre otros, ‘los que sufra el trabajador al ir o al volver del lugar de trabajo’, así como ‘los ocurridos con ocasión o por consecuencia de las tareas que, aun siendo distintas a las de su grupo profesional, ejecute el trabajador en cumplimiento de las órdenes del empresario o espontáneamente en interés del buen funcionamiento de la empresa’.
En este sentido, un accidente de tráfico laboral es aquel que sufre un empleado durante su jornada de trabajo, en la ida o en la vuelta al centro de trabajo, siempre que intervenga un vehículo en circulación. Por supuesto, los atropellos estarían incluidos.
El segundo tipo de accidente que más se produce son los atropellos
Según datos de la Dirección General de Tráfico de 2014 (último año con datos consolidados), durante ese año hubo 11.724 accidentes con víctimas en los que hubo un atropello a peatón. Además, se registraron 310 fallecidos, 1.786 heridos hospitalizados y 11.121 heridos leves. Debemos destacar que estos datos no incluyen a todos los peatones atropellados, ya que la clasificación por tipo de accidente se hace en base a la primera maniobra y no sobre el resultado lesivo de la misma. También es complicado determinar cuáles de estos atropellos fueron accidentes de tráfico laborales, ya que nos encontramos con que en muchos casos no se dispone del motivo del desplazamiento. No sabemos si es laboral o no.
En esta línea, si analizamos la tipología de accidente durante ese mismo año, encontramos que el atropello es el segundo tipo de siniestro que más se produce. Sólo está por delante la salida de vía, que abarca un 32% de los siniestros de tráfico. El atropello está presente en un 18%, por delante de la colisión frontal (13%) y la colisión lateral y frontolateral (12%).
Por supuesto, esto es sólo así si tenemos en cuenta todas las vías en su conjunto. Si analizamos únicamente las vías urbanas, el atropello a peatón es el accidente que más se produce con una gran diferencia, estando presente en el 44% de los siniestros viales. La salida de la vía pasa a estar en un 38%.
Con todo este análisis, encontramos que muchos de los atropellos que tienen lugar diariamente pueden ser calificados de accidente laboral vial. Nos referimos a aquellos atropellos de trabajadores que, por ejemplo, realizan labores de reparto, correos…así como aquellos empleados que van a su puesto de trabajo andando o vuelven de ella.