¿Vuelta de tus hijos al colegio? Evita estos errores en el transporte escolar
Comienza un nuevo curso escolar. ¿Sabes ya cómo vas a llevar a tus hijos al colegio? En coche, en transporte público, en autobús escolar, caminando, en bicicleta… Sea cual sea el medio que elijas, es importante que tengas en cuenta una serie de pautas, con el objetivo de que este desplazamiento al colegio se realice con total seguridad.
Si llevas a tus hijos en coche particular, evita las prisas. Es importante dedicar el tiempo necesario a colocar correctamente a los menores dentro del automóvil. Recuerda que en los vehículos de hasta nueve plazas, incluido el conductor, los ocupantes menores de edad con una estatura inferior o igual a 135 cm deberán viajar en los asientos traseros, empleando un sistema de retención homologado adaptado a su talla y a su peso. Sin embargo, desde Fundación MAPFRE recomendamos utilizar sillita de coche hasta los 150 cm, momento en el que el cinturón de seguridad queda debidamente ajustado.
Solo hay tres excepciones para que el niño pueda ir con sillita delante:
- Que el vehículo no disponga de asientos traseros.
- Que todos los asientos traseros estén ocupados por otros menores son su sistema de retención respectivo.
- Que no se puedan instalar sistemas de retención en dichos asientos.
Además, ten en cuenta que las mochilas y otros objetos deben ir en el maletero para evitar que puedan colisionar contra algún pasajero en caso de frenazo o siniestro y que, en caso de llevar abrigo, debemos quitárselo antes de colocarles en su sillita.
Igualmente, sal con antelación suficiente para colocar correctamente a los niños teniendo en cuenta posibles imprevistos como pueden ser atascos, y cuando vayas a parar para que los niños puedan bajarse, hazlo en un lugar seguro.
Los niños deben bajarse por el lado de la acera. No se debe interferir en la circulación de los vehículos ni de las personas.
Si el desplazamiento al colegio se va a realizar en transporte público, planifica este trayecto con antelación y cumple con las normas establecidas según el medio de transporte. No dejes al niño sin la vigilancia necesaria, y si son pequeños, procura que vayan de la mano, sobre todo al subir y bajar. Una vez dentro, procura que el niño no vaya de pie, para evitar caídas.
Ir caminando al colegio es una forma saludable de desplazarse. Sin embargo, los niños no deben ir solos si todavía no tienen la autonomía necesaria. En este caso, un adulto debe supervisar este trayecto al colegio y llevarles de la mano.
Ir por caminos con mucho tráfico, con aceras o firme en malas condiciones, o con mucha presencia de labores de carga y descarga son errores que no se deben cometer. Procura elegir ‘caminos o rutas escolares seguras’, eligiendo aquellos trayectos con menos circulación y que estén en mejor estado. Es preferible que el tráfico esté regulado por semáforos y que cuente con pasos de peatones.
En la acera, se debe intentar caminar siempre por el lado opuesto a la calzada. Hay que elegir las aceras más anchas y prestar especial atención a los garajes. Se debe parar y comprobar que no haya coches queriendo entrar o salir, para volver a emprender la marcha y no pasar entre vehículos estacionados en la vía. Recuerda que en estas circunstancias la visibilidad de los conductores es reducida.
Por supuesto, hay que evitar distracciones como el teléfono móvil o los auriculares, ser precavidos cuando haya vehículos que estén realizando la maniobra de marcha atrás y nunca pasar por detrás de ellos en esos momentos.
Si el desplazamiento se va a realizar en autobús escolar, hay que tener en cuenta que se trata de uno de los medios de transporte más seguros. De hecho, se calcula que sólo en España cada día más de 600.000 alumnos utilizan el autobús escolar para acudir al colegio y regresar a casa.
En este sentido, la Dirección General de Tráfico (DGT) destaca que el 90% de los siniestros que se producen durante el transporte escolar tienen lugar en el momento de subir o bajar del vehículo o justo en los instantes inmediatos.
En muchos casos se trata de atropellos causados por una distracción del menor, del conductor del transporte escolar o de los padres. Para evitarlo se recomienda a los padres respetar las paradas, ir con tiempo suficiente y no esperar a los niños al otro lado de la calzada.
Antes de cruzar, hay que esperar a la señal del conductor, hacerlo siempre al menos tres metros por delante y, por supuesto, no se debe correr para llegar al autobús ni al salir de él. Dentro, el menor debe estar sentado y con el cinturón puesto, así como seguir las indicaciones del monitor y el conductor.
En este sentido, hay que señalar que lo recomendable es que los niños utilicen sistemas de retención infantil. Sin embargo, la mayor parte de los autobuses cuenta con cinturón de dos puntos, siendo imposible su instalación. En el caso de contar con cinturón de tres puntos, el niño debe ir con el correspondiente SRI homologado conforme a su atura y peso.
En el caso de preferir realizar este desplazamiento en bicicleta, es importante escoger aquellas rutas y vías pensadas y adaptadas para ciclistas, y cumplir siempre con las normas de circulación. Llevar siempre el casco y otros elementos de seguridad como codilleras y rodilleras, así como ropa adecuada que facilite la movilidad es fundamental para la seguridad. También es importante llevar luces, elementos reflectantes y que la mecánica de la bici esté en buen estado.
Como hemos visto, hay múltiples formas de ir al colegio y todas son buenas si se cumplen una serie de normas básicas de seguridad.