Expertos defienden la formación para los permisos para conducir
Cada año, un total de 1,35 millones de personas pierden la vida en siniestros de tráfico en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Son cifras dramáticas en una realidad cambiante: la forma en la que nos movemos, la digitalización, nuevos sistemas de ayuda a la conducción (ADAS), cambios normativos para afrontar la nueva movilidad personal… Ante todo esto, la formación vial tiene grandes retos y desafíos a los que hacer frente. De todo ello se debatió en la jornada “Retos y desafíos de la formación vial en España” organizada por AESLEME, Fesvial y Fundación MAPFRE que se celebró la semana pasada en Madrid.
El gran reto pasa por conseguir que ninguna persona pierda la vida en la carretera en el año 2050, objetivo que se conoce como “Visión Zero”. Sin embargo, España tiene una asignatura pendiente: reducir a la mitad sus fallecidos y heridos graves en siniestros de tráfico antes del año 2030.
El director general de Tráfico, Pere Navarro, fue el encargado de inaugurar la jornada, y en su intervención destacó que “si la educación funciona, la formación y la investigación funcionan”. Por ello, resaltó lo importante que es conseguir un modelo educativo de calidad. En su opinión, “la educación y la formación son la parte humana de la política de la seguridad vial”.
No hay mejor momento que el actual para debatir sobre la importancia que tiene la formación, porque actualmente se está trabajando en la “Estrategia Española de Seguridad Vial 2021-2030”. De hecho, se está dedicando todo un capítulo a la educación y la formación vial. Igualmente, en Europa se va a actualizar la directiva de permisos de conducir. Una oportunidad, en opinión de Pere Navarro, para poner al día todo lo referente a la formación vial en el ámbito europeo.
Precisamente para poner en valor esta formación, el máximo responsable de la DGT señaló que próximamente se va a poner en marcha el título de formación profesional “Técnico de Formación en Seguridad Vial y Movilidad”.
El Sr. Navarro destacó la importancia de la educación vial en los colegios, especialmente en la enseñanza de valores, y subrayó el éxito de cursos de recuperación de puntos para conductores que han cometido alguna infracción.
Dentro de la formación especializada remarcó el curso de conducción segura, cursos para motos, reconocimiento en la recuperación de puntos a aquellos cursos que reúnen determinadas condiciones, cursos subvencionados para las empresas con flotas de motos eléctricas, escuela de repartidores de furgonetas de la patronal de reparto de mercancías, curso para ciclistas con más de 5.000 inscritos…
Igualmente, señaló que su departamento está trabajando con la Inspección de Trabajo intentando identificar actividades y puestos de trabajo en los que puede ser exigible un curso de seguridad vial cada cierto tiempo, teniendo en cuenta la ley de Prevención de Riesgos Laborales.
A continuación, Jesús Monclús, director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación MAPFRE, mencionó que “antes de ir al colegio un niño ha cruzado 3.480 veces con el semáforo en rojo”. Se puede decir que la educación vial empieza incluso antes de llegar a la escuela.
“La vida es presencial”, afirmó Jesús Monclús, que defendió la formación presencial y práctica como algo fundamental y señaló la necesidad de incluir en esta formación la tecnología de los vehículos. Y es que el 90% de los siniestros están relacionados con el factor humano. Además, destacó la necesidad de realizar cursos de conducción de forma periódica, algo que ya hacen los trabajadores en Alemania. Y es que un tercio de los fallecidos en siniestros de tráfico tienen lugar al ir y volver del trabajo.
Por su parte, Miguel González-Gallarza, de la Plataforma de Autoescuelas Digitales (PAD), señaló la importancia de adaptarse al público objetivo para que esta formación sea útil y eficaz. De esta forma, considera que hay que atraer a la Generación Z, que son nativos digitales y la más concienciada de la historia.
Frente a la formación online defendida desde PAD, Luis Montoro, presidente de honor de FESVIAL, apuesta por la formación presencial en combinación con las ventajas que aporta lo digital. Así, hizo referencia a la ‘fatiga del Zoom’ y al mayor número de suspensos que se han producido en la formación online frente a la presencial. En esta línea, ha defendido la formación teórica y práctica obligatoria de conductores.
El Sr. Montoro también señaló la necesidad de remodelar el examen para obtener el carnet de conducir y cambiar su formación. En su opinión, se deben abordar las causas y consecuencias de los siniestros, la percepción del riesgo, las normas y señales desde otra perspectiva, abordar los grupos vulnerables, y hacer hincapié en los factores de riesgo. Otro aspecto importante para Luis Montoro es el hecho de que en la gran mayoría de países europeos hay formación teórica y práctica obligatoria de carácter presencial.
Por su parte, Enrique Lorca, presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas Españolas (CNAE), habló de la necesidad de modificar el examen teórico. De hecho, afirmó que la siniestralidad en el Reino Unido se redujo un 11,3% con el sistema de multirrespuesta en las preguntas. “No solo se debe conocer la norma, sino que se debe entender y saber por qué”, apuntó. Sobre la necesidad de llegar al nuevo público objetivo, “las autoescuelas llevan más de 20 años digitalizadas”, recordó Enrique Lorca. Sin embargo, abogó por la presencialidad para sensibilidad y concienciar.
Pedro Cifuentes, profesor de Formación Vial, ofreció el punto de vista de los docentes y señaló lo importante que es, para recibir una buena formación, evitar las prisas a la hora de sacarse el carnet de conducir.
En esa misma línea, Mar Cogollos, directora de AESLEME, destacó el valor que se debe dar a sacarse el carnet de conducir: “Los padres pensamos mucho en el colegio que vamos a elegir, la universidad, si es pública o privada, y no nos damos cuenta de que la decisión más importante como padres se toma cuando los hijos quieren obtener el permiso de conducir”. Con todo ello, defendió la necesidad de que los usuarios de patinetes y ciclistas reciban formación específica, y la obligatoriedad del casco para estos usuarios.
A continuación, Juan José Matarí, presidente de la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados, mostró su voluntad de impulsar una política de seguridad vial eficiente: “como representantes de todos los ciudadanos, estamos decididos a poner nuestro granito de arena para que la seguridad vial tenga prioridad en las agendas y sea un asunto de Estado”.
El Sr. Matarí apuntó que casi un tercio de las acusaciones fiscales y condenas en España son por delitos contra la seguridad vial, con 86.000 acusaciones presentadas por la Fiscalía y 80 condenas. Reconoció que “falta una mayor decisión política y que, en su opinión, la formación vial no debe ser una condición para obtener el permiso sino una obligatoriedad”. Recordó que solo el 3,5% de los conductores españoles aprobaría hoy el carnet de conducir. De hecho, considera que es necesario alcanzar un consenso sobre el modelo de formación: contenidos específicos, métodos de enseñanza, duración del aprendizaje, etc. “Todo esto debe garantizar que los conductores desarrollen patrones de conducta segura”, destacó.
Posteriormente, Sonia Díaz de Corcuera, directora de Tráfico del Gobierno Vasco y Juli Gendrau, director del Servei Català de Trànsit, dieron a conocer algunas líneas de sus respectivas estrategias de seguridad vial para los próximos años. Ambos coincidieron en señalar que la formación en seguridad vial no solo debe hacerse en un punto concreto de la vida, como puede ser para sacarse un carnet de conducir, sino que debe abarcar más tiempo. De ahí la importancia de actualizar conocimientos y reciclarse a lo largo de toda la vida.