¿Qué factores influyen en que se pueda frenar a tiempo?
Frenar a tiempo puede suponer la diferencia entre sufrir un accidente de tráfico o, por el contrario, evitarlo. Son muchos los factores que influyen a la hora de determinar si un vehículo va a poder detenerse a tiempo de evitar el impacto, entre ellos, la propia capacidad de reacción del conductor, la velocidad o el estado del vehículo en cuestión.
En primer lugar, hay que tener en cuenta la propia capacidad del conductor para reaccionar a tiempo. Aquí, su estado va a afectar directamente al resultado. Por un lado, hay que valorar la capacidad de reacción, es decir, el tiempo que tarda el conductor en percibir la señal de peligro o ver el obstáculo y reaccionar. En este caso, pisar el pedal de freno. A continuación, entra en juego la capacidad del vehículo, el tiempo que tarda el automóvil en detenerse (distancia de frenado, los metros que se recorren desde que comienza a pisarse el pedal del freno hasta que el coche se detiene). Hay que tener en cuenta que durante todo este tiempo, el vehículo sigue circulando a una determinada velocidad.
También tiene un papel determinante el sistema de frenos y su estado, que deben funcionar en conjunto para detener el vehículo de forma eficaz y a tiempo. Por supuesto, estos componentes se adaptan a la potencia y prestaciones del vehículo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, por ejemplo, un utilitario ligero y con escasa potencia no tiene las mismas exigencias para detenerse que un deportivo capaz de alcanzar altas velocidades. Esto mismo ocurre con el caso de los todoterrenos o monovolúmenes, donde hay que tener en cuenta especialmente su peso.
A esto hay que añadir que también afecta a la distancia de frenado otras variables como el estado y temperatura del firme, si el asfalto está mojado o seco o, por el contrario, hay placas de hielo, el estado de los neumáticos, amortiguadores, peso del vehículo teniendo en cuenta la carga (a más peso más distancia para frenar) y, por supuesto, la velocidad a la que se circula (igualmente, a mayor velocidad, mayor distancia hasta que el vehículo se detiene completamente).
En esta línea, es fundamental el sistema de frenado ABS. Cuando se pisa el pedal de freno a fondo, éste evita el bloqueo de las ruedas y un alargamiento de la frenada. De esta forma, no se pierde la dirección del coche. Afortunadamente, este sistema está presente en la mayor parte de vehículos, ya que es obligatorio desde 2003 en los vehículos nuevos.
Por supuesto, a la hora de evitar el impacto, juega un papel primordial la distancia de seguridad, que debe ser la óptima para que el conductor pueda reaccionar y detener el vehículo a tiempo. En definitiva, la distancia de seguridad debe ser el resultado de sumar la distancia de reacción más la distancia de frenado.