Factores de riesgo de la obesidad que afectan a la seguridad vial
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el sobrepeso y la obesidad ‘como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud’. Además, a los problemas propios del exceso de peso, hay que tener en cuenta que la obesidad provoca otros problemas que afectan a la conducción y la seguridad vial.
Tal y como señala la Dirección General de Tráfico (DGT), las personas con obesidad tienen un mayor riesgo de fallecer en caso de siniestro de tráfico, concretamente un 21% más. Además, suelen conducir muy pegadas al volante, con el asiento muy inclinado, o demasiado cerca del airbag, lo que reduce la efectividad del cinturón de seguridad. A esto hay que añadir que la obesidad provoca muchos y diferentes problemas que afectan al bienestar y favorece la aparición de graves enfermedades. Enumeramos a continuación algunos problemas de salud que pueden surgir por la obesidad y que afectan a la conducción:
Hipertensión y otros problemas cardiovasculares
La hipertensión arterial (HTA) se relaciona con factores hereditarios y genéticos, con la dieta, el estrés, el tabaquismo, el sedentarismo y la obesidad. Por supuesto, puede afectar a órganos tan importantes como el corazón, los riñones y el cerebro. Por este motivo, se puede llegar a un punto en el que se prohíba la conducción de forma prolongada o incluso permanentemente.
Los problemas cardiovasculares suelen estar muy presentes en las personas con obesidad y es innegable que afectan directamente a la capacidad para ponerse al volante de forma segura.
Diabetes tipo 2
Ladiabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la que produce. La diabetes de tipo 2 se debe a una utilización ineficaz de la insulina por el organismo y se debe en gran medida a un peso corporal excesivo y a la inactividad física.
Es muy importante tener controlada esta enfermedad para reducir el riesgo de complicaciones. Hay que tener en cuenta que el Reglamento General de Conductores recoge que para obtener cualquiera de los permisos de conducir ‘no debe existir diabetes mellitus que curse inestabilidad metabólica severa que requiera asistencia hospitalaria’.
En este sentido, siempre que sea preciso el tratamiento hipoglucemiante o antidiabético, se deberá aportar informe médico favorable y, a criterio facultativo, podrá reducirse el período de vigencia del permiso de conducir. En el caso de tratamiento con insulina, se debe aportar un informe del especialista (endocrinólogo o diabetólogo), que acredite el adecuado control de la enfermedad y la adecuada formación diabetológica del interesado. En este caso, el período de vigencia será, como máximo, de cuatro años.
Apnea y alteraciones del sueño
La obesidad puede provocar alteraciones o trastornos del sueño, como la somnolencia diurna y el síndrome de apnea del sueño, trastorno este que está muy extendido entre la población. Se estima que en torno a un 4 % de la población adulta sufre de SAHS y que un alto porcentaje de los afectados no son conscientes de su dolencia, cuyas consecuencias elevan drásticamente las posibilidades de sufrir un siniestro.
Este trastorno del sueño viene motivado porque mientras la persona afectada duerme experimenta dificultades respiratorias que llegan a obstruir o incluso bloquear el flujo de aire hacia los pulmones. Cuando las vías aéreas se obstruyen parcialmente hablamos de hipopnea. Cuando la obstrucción es total y supera los 10 segundos, hablamos de apnea. Tanto en uno como en otro caso, la principal consecuencia es que, al no circular el aire de forma normal hacia los pulmones, la sangre deja de aportar oxígeno al cerebro.
Problemas respiratorios
Las personas con obesidad tienen más probabilidades de sufrir insuficiencia respiratoria. Por un lado, se produce una reducción de los volúmenes pulmonares, especialmente de la capacidad residual funcional y del volumen de reserva espiratorio. Así mismo puede haber un descenso de la fuerza de los músculos respiratorios. Todo esto puede generar sensación de ahogo, estado de confusión, embotamiento, o incluso pérdida de consciencia en los casos más graves.
El exceso de peso se ha relacionado también con un aumento de los casos de asma y es un problema de salud asociado a patologías respiratorias como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Problemas circulatorios
Es habitual que las personas con obesidad sufran problemas circulatorios, como varices y deterioro en la circulación de retorno.
Complicaciones psicológicas
También son frecuentes la ansiedad, la inestabilidad emocional o la bulimia. A esto hay que añadir que la medicación que se receta para estos casos suele ser incompatible con la conducción.
Ante cualquier circunstancia de las que se han mencionado la mejor opción es acudir a un médico, quién proporcionará el tratamiento adecuado y podrá determinar si la enfermedad puede afectar de una u otra forma a la seguridad al volante. Es muy importante no automedicarse y, sobre todo, no conducir si no se está capacitado para ello.