Hipertensión y conducción: Consejos de seguridad vial
Conductor y ocupantes
La hipertensión arterial (HTA) se relaciona con factores hereditarios y genéticos, con la dieta, el estrés, el tabaquismo, el sedentarismo y la obesidad. Por supuesto, puede afectar a órganos tan importantes como el corazón, el riñón y el cerebro. Por este motivo, se puede llegar a un punto en el que se prohíba la conducción de forma prolongada o incluso permanentemente.
La evolución de la hipertensión arterial puede ser muy diferente de unos pacientes a otros. Por este motivo, los consejos que a continuación vamos a detallar deben adecuarse a las características individuales de cada paciente. Y es que hay que tener en cuenta los diferentes tipos de hipertensión. Se pueden consultar en ‘Movilidad segura y salud’, de Fundación MAPFRE.
Consejos de seguridad vial para conductores con HTA
- Se deben evitar factores de riesgo como la dieta rica en sal, el sedentarismo, la obesidad, el tabaquismo, la hipercolesterolemia y el estrés.
- Hay que tener en cuenta que no pueden conducir aquellos pacientes con daño visceral establecido o con HTA grave, refractaria o maligna, o con datos de encefalopatía hipertensiva.
- La crisis hipertensiva urgente y la emergencia hipertensiva impiden la conducción hasta que el paciente esté perfectamente controlado. Por supuesto, no debe tener lesiones viscerales que mermen su capacidad para conducir.
- Se desaconseja la conducción al paciente hipertenso sintomático y/o refractario al tratamiento médico, ya que estas situaciones dificultan la conducción y aumentan los riesgos al volante.
- Si cuando se está conduciendo el paciente hipertenso nota síntomas, debe detener el vehículo y aparcarlo en una zona segura donde no haya riesgo de accidente. Debe tranquilizarse y esperar a que los síntomas remitan. Si no mejora, habrá que pedir asistencia sanitaria.
- Es el médico el encargado de determinar si el paciente está capacitado para seguir conduciendo según su respuesta al tratamiento y síntomas.