Los vehículos especiales y la conducción segura
Cuando hablamos de desplazamientos en el entorno laboral, lo más frecuente es que pensemos en camiones que transportan las mercancías de la empresa o en coches en los que el personal de la empresa se desplaza, ya sea en el cumplimiento de sus funciones o simplemente para acudir al centro de trabajo o regresar de él. Sin embargo, hay otro perfil de conductor profesional que, por las características de los vehículos que maneja, debe ser tenido muy en cuenta. Hablamos del conductor de vehículos especiales.
Son vehículos especiales los que se diseñan para realizar obras y servicios determinados, como las excavadoras, las barredoras o las apisonadoras, y también la maquinaria agrícola y sus remolques, como los tractores, las cosechadoras o cualquier otra máquina similar. Estos vehículos pueden tener unas dimensiones superiores a las permitidas para el resto de vehículos, precisando una autorización especial en estos casos.
Sin llegar a estos extremos, conviene tener en cuenta algunas particularidades sobre la circulación cuando manejamos vehículos especiales, para alejar el riesgo vial que de forma específica afecta a los conductores de estos vehículos; por ejemplo, en cuanto a dimensiones, a velocidad, a maniobrabilidad o también en lo relativo a su utilización, ya que en muchas ocasiones la circulación de estos vehículos se realiza para trasladarlo de una a otra zona de trabajo, por lo que se corre el riesgo de no conceder a la circulación la importancia que merece.
Dependiendo de la masa máxima autorizada (MMA) del vehículo especial, le corresponde una u otra posición de circulación. En el caso de vehículos con MMA no superior a 3,5 toneladas que circulen por carretera, si no existe una parte de la vía que les haya sido destinada de forma específica, los conductores deben utilizar el arcén derecho o (si este no existe) circular lo más a la derecha posible. En cambio, si la MMA supera las 3,5 toneladas, deben utilizar la calzada, y no el arcén, para evitar dañar el firme. Los conductores de estos vehículos especiales más pesados pueden utilizar el carril siguiente, por ejemplo para realizar maniobras de adelantamiento, si no entorpecen la circulación.
En ciudad, como el resto de vehículos, los conductores de vehículos especiales de cualquier MMA deben circular por la derecha, y en el caso de vías con más de un carril para el sentido de su marcha pueden utilizar el carril que mejor les convenga en función de su destino, siempre que no entorpezcan al resto del tráfico. Para facilitar la fluidez del tráfico, los conductores de vehículos especiales están obligados a aminorar la velocidad o a apartarse hacia la derecha para permitir ser adelantados cuando por la densidad de circulación en sentido contrario o por la anchura insuficiente de la calzada, su perfil o estado no se les pueda adelantar con facilidad y sin peligro.
Todo este pliego de normas se complementa con la atención que los conductores deben poner en los siguientes hechos:
- la dificultad que tienen estos vehículos para acelerar,
- la dificultad que tienen estos vehículos para frenar de modo repentino,
- la disparidad entre la velocidad de estos vehículos y el ritmo del tráfico,
- las mayores dimensiones, y la peor visibilidad que ofrece para el conductor,
- las mayores dimensiones, y la peor visibilidad que ofrece para el resto de conductores.
Así, los puntos de mayor riesgo vial relacionado con la circulación de vehículos especiales tienen que ver con escenarios como los siguientes:
- incorporaciones y salidas de vía,
- giros hacia otras vías,
- adelantamientos.
Como medidas preventivas para estas situaciones, se proponen:
- calcular la posición, trayectoria y velocidad del resto de vehículos para decidir nuestras incorporaciones, teniendo en cuenta un margen de seguridad acorde con la aceleración del vehículo especial,
- calcular los cambios de vía y otras circunstancias que modifiquen nuestro ritmo de circulación y señalizar estas maniobras con tiempo suficiente para permitir que los otros conductores adapten sus comportamientos a estas circunstancias,
- facilitar los adelantamientos y vigilar que ninguna parte de nuestro vehículo o las cosas que transportamos y que sobresalgan del vehículo puedan suponer un riesgo para los otros vehículos.