Hacia el Objetivo Cero víctimas infantiles en siniestros de tráfico
Un total de 134 niños de edades comprendidas entre 0 y 14 años perdieron la vida en el año 2020 por causas externas en España, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Son los siniestros de tráfico la segunda causa principal de muerte infantil, tras los ahogamientos, lo que supone el 19% de todas las muertes de niños que se registraron en esa franja de edad. Aunque se ha avanzado mucho en la prevención de lesiones infantiles, todavía queda un largo camino por recorrer. Precisamente, el informe ‘Panorama de la seguridad infantil (años 1990-2019)’, realizado por Fundación MAPFRE, busca concienciar a toda la sociedad sobre la importancia de prevenir y evitar lesiones no intencionadas en los más pequeños.
¿Nos encontramos más próximos al Objetivo Cero niños fallecidos en la carretera? Lo cierto es que los datos muestran una tendencia general descendente en el número de menores que pierden la vida en un siniestro vial, aunque no todos los años ha sido así. De hecho, un total de 32 niños y niñas de entre 0 y 14 años murieron en España por este motivo en 2019, mientras que en el año 2018 se registraron 25. Por lo tanto, entre ambos años se produjo un significativo incremento del 28%.
Estos datos vienen a reflejar que no se puede bajar la guardia y que la seguridad vial infantil debe ser una prioridad. Y es que si sumamos los niños que perdieron la vida en la carretera con aquellos que resultaron heridos de gravedad, estamos hablando de nada menos que de 322 menores de entre 0 y 14 años en 2019. En 2018 la cifra llegó a 356, lo que supuso una reducción del 10% entre ambos años.
El trabajo realizado por Fundación MAPFRE trata de profundizar y conocer mejor cómo han sido estos siniestros viales infantiles con el objetivo de prevenirlos. Así, se revela que la mayor parte de los niños fallecidos en 2019 murieron fuera de las ciudades, ya que mientras que en carretera perdieron la vida 22 menores (un 69%), en las ciudades fallecieron 10 (el 31%). Por el contrario, el 64% de los heridos graves y el 62% de los heridos leves se produjeron en vías urbanas. Y es que hay que tener en cuenta que, en general, los siniestros que se producen en vías interurbanas son de más gravedad por las altas velocidades que se alcanzan.
Igualmente, hay que destacar que la mayoría de los niños menores de 15 años fallecidos en siniestros de tráfico en 2019 eran ocupantes de turismos o furgonetas ligeras. Nada menos que 18 del total de 32 niños. De hecho, en 2019 representaron el 56% de todas las víctimas mortales en siniestros de circulación. Queda claro, por tanto, que los niños ocupantes de turismos y furgonetas siguen siendo un colectivo de atención prioritaria en la mejora de la seguridad vial infantil.
Por su parte, los peatones fueron el segundo grupo con más víctimas mortales infantiles. En concreto, en 2019 fallecieron un total de 12 niños peatones. En otras palabras, algo más de un tercio de todos los niños fallecidos en España en siniestros de circulación en el año 2019 eran peatones (exactamente, el 38%).
El objetivo más cerca
En las tres últimas décadas, entre los años 1990 y 2019, el número de niños de 0 a 14 años fallecidos cada año como consecuencia de siniestros de tráfico se ha reducido de 307 hasta 32, lo que constituye una notabilísima reducción del 90%. En otras palabras, por cada 10 niños que perdían la vida en siniestros de tráfico en España en 1990, hoy únicamente pierde la vida uno. Nos vamos acercando al Objetivo Cero pero todavía hay trabajo por hacer.
En el caso de la suma de fallecidos y heridos graves, mientras que a principios de la década de los años noventa se registraban 2.200 niños, en el año 2019 dicha cifra se había reducido hasta 322 (un 85% menos).
Como ya se ha señalado, hablamos de un 90% de descenso en el número de niños fallecidos cuando viajaban como ocupantes de turismos y furgonetas en el mencionado periodo de tiempo, y de un 87% menos en el caso de niños que perdieron la vida cuando se desplazaban como peatones.
Desde Fundación MAPFRE se apuesta por el “Objetivo Cero” víctimas mortales y graves como única meta a medio plazo éticamente defendible, y por el planteamiento del “Sistema Seguro” como vía para alcanzar dicho objetivo. Y es que consideramos que todas las lesiones graves o mortales son evitables, especialmente cuando hablamos de siniestros de tráfico. Por ello, trabajamos para alcanzar este reto en los entornos urbanos antes del año 2030 y en los entornos interurbanas antes del 2050.