Alcohol, ¿por qué es importante no correr riesgos al volante?
El 25% de todas las muertes en carretera en Europa son por el binomio alcohol y conducción, según datos del Observatorio Europeo para la Seguridad Vial (ERSO). Y es que el alcohol es un factor de riesgo claro en la conducción. No sólo está relacionado con un incremento de los accidentes de tráfico, sino también con peores consecuencias. Esto debería bastarnos para abogar por la tasa 0,0 al volante. En ‘Seguridad Vial en la Empresa’ os damos más razones para no correr riesgos.
El alcohol produce alteraciones en nuestro comportamiento y afecta a casi todas las capacidades psicofísicas necesarias para una conducción segura. Es a partir de 0,5 g/l cuando los efectos del alcohol son evidentes. Aunque el hecho de ir por debajo no quiere decir que no se asuman riesgos. De ahí, la importancia de la tasa 0,0, aunque haya unos límites legales para ser sancionados.
- El alcohol afecta a nuestro comportamiento. Una persona que ha bebido infravalora los efectos y asume más riesgos. Es aquí cuando surge el conocido ‘yo controlo’. Disminuye también nuestro sentido de la responsabilidad y somos menos prudentes.
- Surgen las conductas impulsivas y agresivas.
- Se cometen muchas más infracciones con las correspondientes posibles sanciones y los riesgos de sufrir un accidente. Recuerda que puedes no ser el único afectado en un siniestro.
- Afecta a nuestra visión… Nuestra vista se ve alterada y no percibimos lo que ocurre a nuestro alrededor.
- Alteración de la atención y concentración.
- No reaccionamos a tiempo ante imprevistos. Se altera así nuestro tiempo de reacción.
- Escasa percepción de la velocidad y de las distancias.
- Controles. Si todo lo anterior no te convence, recuerda que dar positivo en un control de alcoholemia puede acarrear consecuencias económicas e incluso penales.
- Sanción. Llevar una tasa de alcohol de entre 0,25 y 0,50 mg/l, supone una sanción de 400 euros y 4 puntos.
Si, además, eres reincidente, es decir, has sido sancionado en el año inmediatamente anterior por dar positivo en alcohol, la sanción es de 1000 euros y la detracción de 6 puntos. Conducir con una tasa por encima del doble de lo permitido también conlleva esta misma sanción.
Recordamos que la tasa máxima permitida para conductores profesionales es de 0,15 mg/l, la misma que para los conductores noveles.
- Prisión. Conducir con una tasa superior a 0,60 mg/l o 1,2 gr/l en sangre conlleva prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días, y privación del derecho a conducir de uno hasta cuatro años.
Negarse a someterse a un control supone prisión de seis meses a un año y privación del derecho a conducir de uno a cuatro años.
- Accidente. Como hemos mencionado, aumentan las posibilidades de sufrir un accidente. Recuerda que no sólo te puedes hacer daño a ti mismo, sino también al resto de usuarios de la vía.
COSAS QUE QUIZÁS NO SABÍAS
- Las personas menores de 18 años y los mayores de 65 son más sensibles a los efectos del alcohol, por lo que es más fácil que tengan deterioros en las capacidades psicofísicas necesarias para conducir.
- Las mujeres pueden presentar tasas de alcoholemia más altas con la misma cantidad de bebida, especialmente si son jóvenes. Lo mejor es no asumir riesgos.
- Una persona delgada puede obtener una mayor tasa de alcoholemia con la misma cantidad de alcohol ingerido que una persona de mayor peso.
- La eliminación del alcohol es mucho más lenta durante las horas de sueño
- La fatiga, la somnolencia, la ansiedad, el estrés u otras enfermedades pueden influir sobre la alcoholemia y sus efectos sobre tu organismo
- El alcohol puede empezar a detectarse en la sangre a los 5 minutos de haberlo ingerido y alcanza su máximo nivel entre los 30 y 90 minutos siguientes.
- Los trucos para dar negativo en los controles no funcionan. Hacer ejercicio, tomar chicles, caramelos, masticar granos de café, beber aceite, usar sprays bucales… Nada altera y engaña al alcoholímetro.