¿Por qué es importante la revisión psicotécnica en los centros de reconocimientos de conductores?
Con el paso del tiempo nuestra capacidad para conducir se puede ver deteriorada. Podemos necesitar ayudas técnicas (gafas, audífonos, etc.), tener que asumir ciertas restricciones, o incluso puede darse el caso de que la pérdida de capacidades haya sido tal que ya no debamos ponernos al volante por nuestra seguridad. Por todo ello, para renovar el permiso para conducir es obligatorio superar previamente un examen psicotécnico y del estado de salud. Actualmente, la renovación del carné de conducir es cada diez años hasta los 65 años, y cada 5 años a partir de entonces. No obstante, los periodos se pueden acortar si durante el reconocimiento se comprueba que el titular padece una enfermedad o deficiencia que, si bien en el momento actual no impide renovar el permiso, es susceptible de agravarse con el tiempo y, por ello, es necesario realizar una nueva revisión médica en intervalos más cortos de tiempo.
El número de conductores que renueva su permiso y que, por lo tanto, debe haber frente a este reconocimiento al año es muy elevado. Durante el año 2021 se realizaron nada menos que 4.320.594 informes o reconocimientos médico-psicológicos a conductores por parte de los centros de reconocimiento, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT). De ellos, el 77% fueron para prorrogar el permiso, el 22,2% para obtener el carné por primera vez, y el 0,5% para recuperarlo. Entre las restricciones más habituales encontramos el tener que llevar gafas, en un 31,2%. En lo que se refiere a restricciones temporales, prolongar la vigencia del permiso por “3 años de duración” ocurre en un 14,1% de los casos, por “1 año de duración” en un 6,6%, por “2 años” en un 5,6%, y por “5 años” en el 4,9% de los reconocimientos realizados durante ese año. Otra restricción habitual es la de la necesidad de incorporar un retrovisor lateral exterior (ya sea izquierdo o derecho), que ocurre en un 4,5% de los casos.
En este sentido, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha actualizado recientemente su ‘protocolo de exploración médico-psicológica para centros de reconocimientos de conductores’, sustituyendo al de 2007. “Por las consecuencias tan importantes en la esfera personal, laboral, social, e incluso económica que puede tener el denegar el permiso o restringir la circulación a una persona por alteraciones psicofísicas, la evaluación de su capacidad para conducir debe ser rigurosa, con el fin de garantizar la obtención o la prórroga de un permiso adaptado a sus condiciones o por el contrario informar negativamente en el caso de que no cumpla los requisitos”, recoge el documento. El objetivo no es otro que servir de guía y unificar y armonizar los criterios seguidos en la evaluación de los conductores.
En dicho protocolo se recogen todos los procedimientos que el profesional del centro de reconocimiento de conductores debe aplicar para evaluar a quienes desean obtener o renovar su permiso o licencia de conducir. A diferencia del anterior, se apuesta por la prevención, haciendo hincapié en la concienciación y sensibilización para que el conductor que se está sometiendo a estos exámenes perciba los reconocimientos como una labor preventiva dirigida a evitar siniestros de tráfico, y no como una intervención sancionadora o administrativa más.
El nuevo protocolo destaca la exposición al riesgo teniendo en cuenta las características de cada conductor. Se profundiza en la evaluación básica, dictamen final y evaluación específica de los aspectos médicos y psicológicos. Además, se ofrece consejo sanitario vial teniendo en cuenta las patologías concretas del conductor, y todo ello con códigos armonizados europeos y nacionales. Así, por ejemplo, el código 01 recoge limitaciones por causas médicas, el 01.01 la obligatoriedad de llevar gafas, el 01.02 la necesidad de conducir con lente o lentes de contacto y 01.06 la posibilidad de alternar ambas opciones (gafas o lentillas), entre otros.
También se establecen aquellas adaptaciones del vehículo, prótesis y elementos de ayuda que puede necesitar el conductor para ponerse al volante con seguridad, como puede ser un retrovisor adicional.
No debemos ver el reconocimiento médico como algo que hay que superar cueste lo que cueste sino como una acción de prevención encaminada a garantizar la seguridad en la carretera.