Riesgos de los operarios que trabajan en la conservación de carreteras
Tras una señal de obra se encuentran ellos, con trajes reflectantes y trabajando sobre la carretera, en plena autopista o autovía. Hablamos de los operarios que se encargan de la conservación de las carreteras de toda España y que corren multitud de riesgos durante su trabajo.
En 2015 hubo un total de 120 peatones que fallecieron en carreteras interurbanas, 236 resultaron heridos siendo necesaria su hospitalización y 483 resultaron heridos leves. Al hablar de vías interurbanas, nos encontramos con varias posibilidades: que estos peatones fallecidos son o personas que han sufrido un accidente o avería y que han sido después atropelladas, gente que iba andando por estas vías, agentes de Tráfico u otros operarios encargados de la atención de los heridos en accidentes (emergencias) o responsables de la conservación de carreteras. Todos ellos se enfrentan a una situación de especial riesgo debido a las altas velocidades que se alcanzan en este tipo de carreteras: 120 kilómetros por hora, si todos respetasen los límites establecidos.
Cuando hablamos de zonas de obras la velocidad se suele limitar. Aun así, no todos los conductores respetan estos límites que se muestran de forma temporal mediante una llamativa señalización amarilla. También suele estar prohibido el adelantamiento durante estos tramos.
Recientemente, dos operarios de mantenimiento han perdido la vida arrollados por un camión en la A-6. Los tres trabajadores acababan de descargar la maquinaria para iniciar el pintado de las líneas de esta autovía en sentido La Coruña-León-Oviedo.
Son sólo dos ejemplos que muestran los riesgos y consecuencias de trabajar a pie de carretera. Y es que son muchos kilómetros por conservar si queremos tener vías de calidad. La red de carreteras de España tiene más de 166 mil kilómetros. De ellos, 26.124 km están gestionados por la Administración (el 51,2% del tráfico total y el 62,8% del tráfico pesado). Otros 71.397 km están gestionados por las Comunidades Autónomas y 68.763 por las Diputaciones. Además, hay que sumar las vías que los Ayuntamientos tienen a su cargo (aproximadamente 489.689 km). De la totalidad de la red, 15.048 km son vías de gran capacidad (autopistas de peaje, libres y autovías).
Prevención de accidentes
Todos los trabajadores deben hacer uso de los recursos idóneos y estrictamente necesarios en cada caso para la prevención de siniestros. Así, por ejemplo, la Jefatura Central de Tráfico, o en su caso la autoridad responsable de la vía, debe contribuir a garantizar la presencia y permanencia en la zona de intervención. Por su parte, la empresa encargada de la conservación debe poner todos los medios a su alcance para atestiguar que los operarios que están allí trabajando lo hacen en las mejores condiciones posibles.
Es importante que los operarios interrumpan en la menor medida posible la circulación, ocupando el mínimo posible de la calzada en caso de actuaciones puntuales y siguiendo en todo momento las instrucciones.
Por ello, se debe procurar la detención, parada o estacionamiento del vehículo en un lugar donde no ocasione peligro y donde cause menor obstáculo a la circulación.
Es muy importante que la zona de obra esté siempre señalizada y que el personal cuente con los elementos reflectantes y de seguridad necesarios. Además de la señalización de obra, se debe contar con una señal que limite la velocidad en ese tramo, prohíba los adelantamientos e indique el sentido de la circulación (nuevos carriles, posibles cambios en dirección…).
La empresa encargada de los operarios debe contar con un Plan de Prevención de Riesgos Laborales adecuado donde se evalué el riesgo del lugar de trabajo, los equipos, procedimientos de trabajo seguros, EPI´s adecuados a los riesgos existentes en la operativa, medios complementarios, formación específica…
En este sentido, destacamos las disposiciones mínimas de seguridad y salud en las obras de construcción para la sección de carreteras que recoge el Ministerio de Fomento.