¿Sabías que conducir sin carné puede suponer más que una simple multa de tráfico?
Ya sea por no haberlo obtenido nunca, por haber perdido todos los puntos del carné de conducir, por haber pasado su vigencia sin haberlo renovado o por una sentencia judicial que haya privado de ello, ponerse al volante sin el correspondiente permiso es, además de un delito, una grave imprudencia. Y es que no solo ponemos en riesgo nuestra seguridad sino también la del resto de usuarios de la vía.
¿Conoces todas las normas de circulación y las aplicas correctamente? ¿Cuentas con las aptitudes físicas y psicológicas necesarias? Uno de los objetivos del permiso de conducir es precisamente garantizar que la persona que está al volante cumple esos requisitos.
Conocer y aplicar la normativa de circulación es fundamental. Solo así se garantiza una convivencia segura de todos los usuarios: ciclistas, peatones, motoristas… Sólo con el respeto mutuo y cumpliendo las normas se garantiza esta seguridad. Por supuesto, si no se han interiorizado esos conceptos normativos antes de ponerse al volente es difícil que se pongan en práctica.
Además, nos podemos encontrar con que el usuario no sólo desconoce la normativa, sino que tampoco reúne las capacidades óptimas para conducir. Problemas visuales, auditivos, mentales… Ponerse al volante es una tarea que requiere que la persona en cuestión esté al 100% de sus capacidades. Si nunca antes se ha pasado por un centro de reconocimiento de conductores, es difícil comprobarlo.
Pocas veces se piensa en las graves consecuencias que puede suponer conducir un coche sin el permiso necesario y, desafortunadamente, todavía hoy en día los delitos contra la seguridad vial son considerados “delitos menores” para muchas personas. Los últimos datos de la Fiscalía de Seguridad Vial revelan que durante el año 2021 hubo nada menos que 34.127 sentencias por conducir sin el correspondiente permiso, un 41% más que en 2020. De hecho, se trata del segundo tipo de sentencia más frecuente en materia de tráfico y seguridad vial. Solo está por delante el conducir bajo los efectos de las drogas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas o de bebidas alcohólicas (con una tasa de alcohol en aire espirado superior a 0,60 mg/l, o con una tasa de alcohol en sangre superior a 1,2 gr/l), con 54.764 sentencias.
¿Qué sanciones se pueden imponer?
En primer lugar, debemos tener en cuenta que el titular de un vehículo tiene, entre sus obligaciones, la de impedir que éste sea conducido por quien nunca ha obtenido el permiso o la licencia de conducción correspondiente (artículo 11 de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial).
Y es que conducir sin contar con el correspondiente permiso o licencia es una infracción muy grave (500 euros de multa en un primer momento) que, además, es considerada delito. El artículo 384 del Código Penal señala que el usuario puede ser castigado con la pena de prisión de 3 a 6 meses, con la de multa de 12 a 24 meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días.
Por supuesto, nos referimos tanto a aquellos que se ponen al volante sin haber obtenido nunca el permiso de conducir, como a quienes no lo tienen por haber perdido todos los puntos, o han sido privados del permiso como manera cautelar o definitiva por decisión judicial.
Hablamos de infracciones, es decir, no llegan a ser delito, cuando se conduce con el permiso caducado y no se ha renovado, cuando alguien se pone al volante con un carné de conducir extranjero y no lo ha homologado en España (sanción de 500 euros), o cuando un conductor ha perdido todos los puntos y puede demostrar que no tenía conocimiento de ello. También supone una sanción administrativa haber olvidado o perdido el permiso de conducir, o ponerse al volante con una licencia que no permita conducir ese tipo de vehículo en cuestión (500 euros de multa y la retirada de 4 puntos del carné).
Por último, también se sanciona con 200 euros cuando, aun teniendo un carné que puede ser homologado en el país, no se ha procedido a su canjee, o cuando el permiso comunitario no ha sido renovado.
Nunca conduzcas un vehículo si no tienes el correspondiente permiso o carné para hacerlo. Tampoco dejes que otros lo hagan. La responsabilidad es clave para lograr el Objetivo Cero víctimas en las carreteras.