¿Sabías que en España se producen una media de 47 incendios diarios en el hogar?
Aunque el número de incendios y víctimas mortales ha bajado durante el año pasado, todavía son muchos y evitables. El estudio ‘Víctimas de Incendios en España 2020’, realizado por Fundación MAPFRE y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB), pone de relieve que un total de 164 personas fallecieron en un incendio (119 por un incendio en el hogar). En total, durante el año 2020 se produjeron un total de 123.800 fuegos o explosiones (un 4% menos que en 2019), producidas en su mayoría en el hogar (73%), pero también como resultado de un fuego originado en el exterior, como un siniestro de tráfico, o en industrias, hospitales, residencias, hoteles o establecimientos comerciales, entre otros.
El objetivo de esta publicación anual es contribuir a reducir los incendios y las victimas conociendo cómo y por qué se producen para, de este modo, poder evitarlos. Así, se ha dado a conocer que en España se producen una media diaria de 47 incendios en el hogar, sobre todo por un mal uso de enchufes y regletas. Durante 2020 se ha registrado una víctima mortal menos por incendio que en 2019. A esto, hay que añadir la baja incidencia de muertes por incendio durante los meses de confinamiento, es decir, entre marzo y abril de 2020, en los que se registraron las cifras más bajas de fallecimientos por fuego en el hogar de los últimos años. En concreto, en 2020, hubo 16 fallecidos en esos dos meses, frente a los 37 de 2019, los 23 de 2018 y los 33 de 2017.
Por primera vez, no son los mayores de 64 años los más afectados. Es el grupo de edad de entre 30 y 64 años, donde se ha concretado más fallecidos (47%), y más en concreto la franja entre los 50 y los 54 años, que rompe la pauta histórica y que en 2020 acumuló 21 muertos.
Así son los incendios en el hogar:
Como hemos indicado, se produjeron 119 fallecidos por incendio en viviendas. En su mayoría, las víctimas son hombres y mayores de 64 años. Resulta llamativo que la mayoría se encontraban acompañadas en el momento del fuego (50%).
El presente estudio remarca que estos incendios en el hogar suelen producirse principalmente los sábados, que junto a las víctimas del domingo y las del viernes, suman un 51,2%, lo que significa que el fin de semana concentra la mayor parte de los fallecidos por fuego en el hogar.
La franja horaria con más siniestros de este tipo es entre las 4 y las 8.00 de la mañana, de ahí la importancia de instalar detectores de humos en las viviendas. Además, el salón es la dependencia de la vivienda en la que se origina el mayor número de incendios (38%), seguido del dormitorio (17%) y muy de cerca, la cocina (14%).
Entre las causas, destaca la intoxicación, y las quemaduras. Los motivos eléctricos se encuentran entre la causa principal de estos incendios y explosiones en el hogar, debido al uso inadecuado de enchufes, regletas y baterías, entre otros. Como segunda causa más frecuente destacan los aparatos productores de calor, como radiadores, estufas y braseros; así como el fuego directo; el tabaco, como origen del fuego, y a menudo, debido a que algunos fumadores se quedaron dormidos en el sofá del salón o en la cama; y, en quinto lugar, cocinar.
Consejos para prevenir incendios:
–No sobrecargar las instalaciones eléctricas, y en concreto los enchufes, así como no desatender velas, sartenes o planchas; nunca dejar la chimenea encendida por la noche o sin apagar completamente, incluidas las brasas; evitar el uso de braseros y aparatos similares que sean antiguos o que no estén homologados; y no utilizar combustibles o acelerantes para avivar el fuego.
–Precaución con el uso de ciertos aparatos eléctricos, como por ejemplo un radiador o un calefactor, que nunca deben cubrirse o acercarse a ropa o cortinas, y que un electricista autorizado compruebe que las instalaciones de electricidad no están obsoletas para la carga eléctrica que actualmente exigen ciertos electrodomésticos, como las placas vitrocerámicas o de inducción, las secadoras de ropa o los sistemas de aire acondicionado.
–Todas las instalaciones eléctricas deben contar con elementos de protección, tanto para las personas (interruptor diferencial) como para los circuitos (pequeños interruptores automáticos), y siempre sin olvidar la necesaria toma de tierra. En este sentido, es recomendable, que las instalaciones de las viviendas de más de 30 años sean revisadas por profesionales autorizados, especialmente en elementos como el empalme de los cables y los enchufes.
–Aprender a identificar fugas de gas internas, que, aunque son poco habituales, pueden generar una explosión y se pueden reconocer por su olor (similar a huevo podrido). No se debe tocar ningún interruptor y es muy importante abrir las ventanas para que se ventile el espacio y avisar a los bomberos.
–Aprender a utilizar un extintor e instalar un detector de humos, cuyo precio es de unos 20 euros, puede salvar la vida, sobre todo en incendios nocturnos. Hay que enseñar a los niños dónde están las salidas de emergencia de su edificio y que no deben esconderse si se produce un fuego.
–Si no hay peligro, se debe intentar apagar el fuego, y si no se puede, conviene alertar a todos los ocupantes de la vivienda para realizar la evacuación de manera ágil y ordenada y cerrando la puerta al fuego (para que no se extienda). Se debe salir en el menor tiempo posible, sin recoger nada y sin usar el ascensor, y ya en la calle, llamar al 112.
–Si no se puede salir, también se debe llamar al 112, cerrar todas las puertas a nuestro paso, tapar con paños húmedos las rendijas, dejarse ver desde la ventana y, sin perder la calma, esperar la llegada de los bomberos.
Prevenir y evitar que ocurran está en nuestras manos.