Salitre y humedad, los peores enemigos para tu vehículo en las zonas de playa
Si vives habitualmente en una zona de playa habrás notado que ciertos elementos del mobiliario urbano son muy sensibles al salitre y a la humedad propias de la costa, especialmente aquellos que son de hierro o acero y no están debidamente protegidos. En el caso de los vehículos, ya sean del tipo que sean, la corrosión y la oxidación son muy frecuentes en aquellos que pasan largas temporadas cerca del mar y no reciben la atención adecuada.
Tampoco es necesario que el coche esté aparcado en primera línea de playa para que la humedad ambiental y la sal del mar afecten directamente el vehículo, la zona “de riesgo” puede alcanzar varios kilómetros hacia el interior. Pero, además, el ambiente “playero” no solo va a afectar a lo más obvio, que es la carrocería, sino también a otros elementos como la parte electrónica (centralitas, sensores, conectores, etc.), el sistema de frenado (líquido, discos…), o a algo aparentemente poco importante como las escobillas del limpiaparabrisas. Y si hablamos de la época veraniega, en la que se alcanzan las temperaturas más altas de todo el año, otros elementos como la batería y los neumáticos también sufren.
A continuación, te ofrecemos algunos consejos para disfrutar de la playa y proteger tu vehículo:
- Lávalo con frecuencia. De esta forma se evita que la sal, la arena y el salitre puedan deteriorar la carrocería. Hay que limpiar tanto la carrocería como los bajos del coche, la parte más expuesta a salpicaduras, pequeñas piedrecitas… Por su puesto, el lavado del coche ha de hacerse en un centro autorizado para ello.
- Evita estacionar el vehículo en primera línea de mar durante mucho tiempo. Para largas estancias es mejor buscar una plaza un poco más retirada de la costa, o un lugar cerrado, como por ejemplo, un garaje.
- Utiliza elementos protectores para evitar los efectos de las altas temperaturas y del sol directo sobre el vehículo. Fundas en los asientos, parasoles o una lona protectora pueden ser buenas soluciones.
- Revisa el vehículo más a menudo para comprobar que la parte mecánica funciona correctamente (neumáticos, batería, frenos, etc.).
- Procura circular con el automóvil cada cierto tiempo, es decir, no lo dejes estacionado todo el verano. Si está mucho tiempo parado puede costar arrancar el motor, y los neumáticos pueden llegar a deformarse. Aunque sean sólo unos pocos kilómetros a la semana, harás que todos los elementos del vehículo se mantengan “en forma”.
Pon en práctica estos consejos para que las vacaciones en la playa no pasen factura a tu vehículo.