Siete propuestas para reducir los siniestros con la fauna
Hay determinados lugares, sobre todo en zonas rurales o cerca de áreas naturales, donde la presencia de animales es muy frecuente. Animales que están en su hábitat natural y que, de repente, pueden cruzar por una carretera de forma inesperada con el riesgo que ello supone. Esto suele suceder principalmente en las carreteras convencionales. De hecho, el 86% de los siniestros con víctimas registrados en 2022 se produjeron en este tipo de carreteras secundarias. ¿Qué se puede hacer, entonces, para reducir y evitar aquellos siniestros relacionados con la fauna?
Durante el año 2022, según datos de la Dirección General de Tráfico, se produjeron nada menos que 35.661 siniestros en los que estuvieron implicados animales, en los cuales fallecieron 2 personas, 35 resultaron con heridas que necesitaron hospitalización, y 637 con distintivos grados de gravedad que no necesitaron hospitalización.
Andalucía y Castilla y León son las Comunidades Autónomas donde se registran un mayor número de siniestros con víctimas con implicación de animales. De hecho, según Tráfico, en algunas provincias este tipo de siniestros con animales representan el 60% del total de los siniestros viales.
Los animales salvajes son los más involucrados en los siniestros con víctimas (62%) frente a los animales domésticos (28%) y, en concreto, el animal más implicado es el jabalí (40%) por delante del lobo (13%) y del corzo (12%).
Destacar también que el 69% de los siniestros con víctimas con implicación de animales se produce por atropello, seguidos por un 25% de salidas de vía.
La estacionalidad es un factor muy importante: el 57% de los siniestros se registraron entre mayo y octubre. En cuanto a los días de la semana y el tramo horario, el domingo es el día en el que se han producido mayor número de siniestros con víctimas, y el tramo comprendido entre las 20:00 y las 23:59 horas el que concentra la mayor parte de los siniestros.
Siete medidas para reducir la siniestralidad con animales
Muchas son las acciones que se están llevando a cabo para reducir este tipo de incidentes por parte de las administraciones titulares de las carreteras:
- Mayor presencia de la señalización vertical P-24 que advierte del paso de animales en libertad. A esta señal se le han incorporado luces rojas destellantes para una mayor visibilidad. Estas señales se están empleando en los 136 tramos concretos identificados como tramos de especial frecuencia de incidentes viales con animales (TEFIVA). Además, se ha creado la nueva señal P-24a que advierte del peligro de paso de animales en libertad, pero que avisa también de la posibilidad de cruzarse con jabalíes.
- Instalación de vallados perimetrales físicos. De esta forma, se impide el paso de cualquier tipo de animal a la vía y se les guía a las zonas seguras de paso para ellos. Es importante que estas vallas sean lo suficientemente robustas y altas y, además, deben tener un mantenimiento constante para asegurar su integridad y que sigan haciendo su función.
- Silbatos que ahuyentan a la fauna. Estos dispositivos son muy pequeños y se instalan en la parte delantera del coche o de la moto. Al circular a velocidades de más de 50 km/h emiten un sonido de baja frecuencia imperceptible para los humanos y que, sin embargo, consigue alejar a los animales. Las motos de la Guardia Civil de Tráfico los llevan instalados desde 2017, tal y como informan desde la revista Tráfico y Seguridad Vial de la DGT.
- Balizas disuasorias. Estas balizas emiten una señal acústica y luminosa que alerta a los animales cuando se acercan a la carretera. De esta forma, no sólo se intenta alejar al animal, también se alerta a los conductores de su presencia. Se utiliza en combinación con los sistemas de detección de fauna.
- Pasos específicos para fauna. Estos pasos son específicos para ellos y permiten a los animales pasar de un lado a otro de la carretera sin que el conductor los perciba. Suelen ser elevados, es decir, van por encima de la carretera y están cubiertos de vegetación. También pueden ser pasos inferiores, adaptados a los drenajes transversales.
- Resinas repelentes y atrayentes. El olfato es el sentido que más utilizan los animales. El ser humano ha prendido a utilizar esta atracción o repulsión por determinados olores. Por ejemplo, en Cantabria se utiliza orina de lobo para repeler a jabalíes y corzos en los arcenes de las carreteras. Hoy en día se utilizan productos específicos que duran hasta 6 meses y que se vierten sobre los márgenes de los tramos con más presencia de fauna. Se pueden utilizar para atraer a los animales y hacer que crucen por los pasos específicos o, por el contrario, hacer que se alejen de determinados tramos.
- Limpieza de la vegetación. Se elimina y retira la vegetación leñosa inferior a 2,5 metros de altura en estas zonas. De esta forma, se aumenta la visibilidad y se evita que los animales pequeños, especialmente las aves, puedan asentarse en las cunetas atrayendo también a depredadores de mayor tamaño.
En todo caso, es recomendable reducir la velocidad en este tipo de carreteras donde se advierte de la presencia de animales. Es importante aumentar la vigilancia sobre cunetas y medianas, zonas por las que suelen aparecer los animales, y evitar volantazos en caso de impacto inminente. En este caso, hay que frenar a fondo y levantar el pie del pedal del freno en el último momento para evitar que la parte delantera del vehículo se incline hacia abajo. Así se evita que el animal salte hacia el parabrisas después de impactar con el frontal del vehículo, con el riesgo que esto supone para los ocupantes.