En 2020 hubo más de 100 siniestros de circulación con patinetes
Chocar a 25 km/h con un patinete eléctrico produce lesiones graves a conductores y peatones. Así lo demuestra el estudio ‘Pruebas de choque (crash-tests) de patinetes eléctricos y riesgos asociados a su proceso de recarga: recomendaciones para un uso seguro’, realizado por Fundación MAPFRE, en colaboración con CESVIMAP. Sólo durante 2020 ha habido más de 100 siniestros con víctimas. De ellos, 47 han resultado heridos graves y 6 han perdido la vida.
Los vehículos de movilidad personal (VMP) como los patinetes eléctricos tienen cada vez más protagonismo en las ciudades y se han convertido en un medio de transporte más en el entorno urbano. Ejemplo de ello es la última normativa llevada a cabo por la Dirección General de Tráfico, que ha entrado en vigor el 2 de enero de 2021, y que regulariza el uso de patinetes en la vía pública. Entre estas medidas encontramos la prohibición de circular por la acera y vías interurbanas, la necesidad de contar con un certificado de circulación, no superar los 25 km/h o la obligatoriedad de que solo vaya un usuario por vehículo.
Hay que señalar que todavía quedan algunos puntos por abordar como la edad mínima para su uso, la obligatoriedad en el uso del casco, regulación de zonas de circulación dentro de la ciudad… Actualmente son los Ayuntamientos quienes cuentan con sus propias ordenanzas al respecto.
El estudio presentado demuestra la siniestralidad que están registrando estos usuarios. En 2019 se contabilizaron 76 siniestros con víctimas, 47 heridos graves y 5 fallecidos. En 2020 el dato es superior: 100 siniestros con víctimas, 47 graves y 6 fallecidos. Hay que señalar que en 2020, 4 heridos graves tenían menos de 16 años y que 1 menor falleció. En 2019, 3 fueron heridos leves, 4 graves y 2 fallecidos menores todos ellos de 16 años. En general, los afectados son mayoritariamente personas de entre 16 y 35 años (33 víctimas).
También hay que destacar que el 80% de estos accidentes en 2020 fue una colisión o atropello, mientras que el 19% fueron caídas. El 98% se produjeron precisamente en ciudad, que es por donde pueden circular; y en el 66% hubo coches implicados. Destacar que en el 11% de los siniestros estuvo también implicado un peatón. De ahí la importancia de incidir en la vulnerabilidad de estos usuarios y el especial riesgo que pueden correr.
Hay que señalar también que en el 6% de estos siniestros el conductor del patinete no viajaba solo y lo hacía con un acompañante. Recordamos que esto está ahora totalmente prohibido. Igualmente, señalar que mientras que el 66% de los incidentes se produjeron en la calzada, un 10% tuvieron lugar en el paso de peatones.
Dentro de los factores principales encontramos que el 40% no llevaba casco. Y eso que hasta un tercio de pacientes que ingresas por golpes en los que están involucrados vehículos de movilidad personal presentan traumatismos craneoencefálicos de diversa consideración, según la Sociedad Española de Medicina Intensiva (Semicyuc). También, señalar las imprudencias cometidas por otros vehículos (20%), y circular por vías interurbanas (20%), entre las imprudencias más cometidas.
Dada la alta presencia de coches y peatones en estos siniestros, Fundación MAPFRE y CESVIMAP han recreado con dos crash-test cómo se producen este tipo de accidentes y sus consecuencias. En este caso, el maniquí se desplaza a una velocidad de 25 km/h.
Crash-test atropello
Se ha querido comprobar las consecuencias de un atropello a un peatón (un niño) por parte de un patinete. Las consecuencias son daños serios en la rodilla, tórax y cabeza, que suele impactar primero, de forma violenta contra la columna de dirección del patinete, y en después, contra el suelo. También afecta a los hombros, donde recae la masa del conductor y el propio patinete en el momento de impactar contra el asfalto.
El conductor apenas tiene riesgos, ya que ‘aterriza’ sobre el cuerpo del peatón atropellado.
Tal y como se aprecia en el crash-test, la rueda motriz del VMP sujeta al peatón y al mismo momento la columna de dirección golpea contra la rodilla, por lo que se puede producir una rotura en la rodilla. Igualmente, la cabeza se inclina con dirección al manillar, el cual impacta de forma violenta.
Este es un golpe que podría producir lesiones internas de gravedad ya que se produce de forma directa contra el hueso parietal y parte del pómulo derecho. Esta circunstancia es debida a que el peatón no dispone de protección en la cabeza.
La prueba también demuestra que, después del impacto en la cabeza, se produce una caída acelerada, produciéndose un golpe en la zona de los hombros al chocar el peatón contra el suelo. La pelvis también recibe varios golpes. Codos, muñecas y manos también se verían afectadas.
Crash-test colisión fronto-lateral
En este caso, se ha simulado un siniestro de tráfico entre un patinete y un vehículo. Se trata de una colisión fronto-lateral contra el lateral de un coche. En este caso, la zona más afectada es la cabeza. También está expuesta a un alto riesgo la zona cervical, que puede llegar a sufrir latigazo en el momento posterior a la colisión y tras golpear la cabeza contra el suelo.
Concretamente, en lo que respecta a muñeca y manos, señalar que estas partes están expuestas a sufrir lesiones y fracturas, ya que son el primer mecanismo de defensa. Las rodillas sufren un impacto directo contra la puerta trasera del vehículo y como consecuencia se podría producir una fractura o estallido de la rótula.
En el tórax, no se ven involucrados órganos vitales, internos debido a que, en este tipo de siniestros, la zona torácica absorbe muy bien la energía cinética, tal y como recoge el mencionado estudio.
Sobre la cabeza y la cara, el crash test revela que el hueso frontal y parietal de la cabeza no sufren daño debido al uso del casco pero la zona facial es una de las zonas más afectadas y es la que sufre más daño.
Consejos para evitar siniestros
Con todo ello, se hace hincapié en la importancia de no invadir la zona por la que circula un peatón, es decir las aceras, y bajarse del patinete cuando vayan a cruzar por un paso de peatones. Tampoco se debe utilizar el pie sobre la calzada como freno (para evitar fracturas).
Otro factor determinante para evitar siniestros es llevar chalecos reflectantes y no utilizar dispositivos para escuchar música. Además, se recomienda usar casco siempre, ya que es fundamental para minimizar las consecuencias de los golpes que sufre el conductor del patinete cuando se cae y choca contra el suelo o contra un elemento fijo o móvil.
Cortocircuitos en patinetes, otra gran problemática
La batería es el elemento que más problemas puede ocasionar en un VMP y, sobre todo, durante la carga. De esa forma, se puede producir una explosión, tal y como revela el mencionado estudio.
Hay que señalar que la mayoría de estas baterías son de Ion-Li y que suelen disponer de protección fusible en cada celda contra cortos y temperatura. El BMS (Battery Management System) es clave para evitarlo, ya que controla el proceso de conexión y desconexión. Se puede decir que es el componente más importante que se encarga de la seguridad eléctrica del patinete.
Si el patinete careciera de BMS, se podrían llegar a producir incendios durante la carga, debido a que en caso de subida de tensión el BMS es lo que evita que esto afecte a las celdas de la batería.
Para evitarlo es importante no manipular el controlador de velocidad y la potencia para evitar posibles sobrecalentamientos y cortocircuitos, algo frecuente debido a la existencia de distintas apps no oficiales que anulan los controladores y de videos que explican cómo manipular las baterías y los módulos de control.
Además insistir en que no se debe cargar el patinete cuando está mojado, después de un golpe que haya afectado la zona de las baterías o por la noche sin supervisión. El cargador debe ser, además, un elemento importante de seguridad, razón por la que hay que utilizar siempre uno recomendado por el fabricante.