¿Cómo es el uso de la moto en España?
¿Con qué frecuencia se usa la moto en España? ¿Se prevé un incremento de usuarios? ¿Qué preocupaciones tienen los motoristas? Conocer cómo es la movilidad de las dos ruedas es muy importante para mejorar la seguridad y conseguir una mejor convivencia de todos los usuarios, y es que los apasionados de las dos ruedas no dejan de crecer. El Estudio de Movilidad en Moto 2023, que ha publicado motos.net y Anesdor, revela que un 45% de los encuestados tiene previsto comprar una moto en menos de dos años. Es un medio perfecto para moverse por ciudad, ya que, de hecho, los trayectos cortos (entre 20 y 40 minutos), son los más habituales. La media anual de kilómetros recorridos al año se sitúa en 6.071 y se señala un crecimiento de 2 puntos (hasta el 44%) en el uso diario de la moto. Pese a todo, un 63% considera que la moto está discriminada respecto a otros vehículos.
¿Por qué se prevé un aumento en la compra de motos? El mencionado estudio señala que un 23% de los usuarios quiere conseguir una moto más actual y con tecnología más moderna, el 18% quiere un nuevo modelo, y otro 18% busca una moto con más potencia. Por otro lado, hay que señalar que el 39% se decanta por un modelo de segunda mano, frente a un 37% que prefiere el modelo nuevo. La compra online cobra protagonismo en este punto: el 48% baraja esa opción, frente al 37% que se registró en la encuesta realizada en 2022.
Sobre el tipo de moto, el 67% de los conductores lleva una moto de carretera, frente al 20% que opta por un scooter, y un 13% que prefiere modelos off-road.
En lo que se refiere a los trayectos, en general se hacen distancias cortas. Cuatro de cada diez motoristas realizan trayectos de menos de 30 kilómetros de distancia, frente a tres de cada diez que recorren diariamente más kilómetros. Seis de cada diez reconocen que sus trayectos son de ida y vuelta.
Como se ha indicado anteriormente, el 44% la utiliza la moto a diario, mientras que el 28% la conduce de forma ocasional. Aquí el estudio apunta a un cambio de tendencia motivado por la subida del precio del combustible (se elige más la moto frente al coche). Por su parte, la práctica del mototurismo crece cinco puntos en 2023: del 60% el año pasado al 65% este año.
¿Qué papel juega la seguridad?
La presencia en la carretera de otros vehículos genera inseguridad para el 48% de los encuestados. La segunda gran preocupación en términos de seguridad para los motoristas son las infraestructuras peligrosas, para el 37%. De hecho, los encuestados consideran que el mantenimiento actual del asfalto de la ciudad por la que circulan de manera habitual no es el adecuado, y nueve de cada diez opina que el número de guardarraíles sí es el adecuado. También es relevante que el 13% de los encuestados se preocupa por la meteorología adversa. Y es que la lluvia, la nieve, el viento y el hielo son grandes enemigos de las dos ruedas, y en estas circunstancias hay que incrementar enormemente la precaución.
Por último, hay que destacar que un 52% percibe la moto como un medio de transporte seguro, frente al 48% que se registró en 2022. Entre otros calificativos que recibe la moto se encuentra la rapidez para un 99% de los encuestados, y la comodidad para un 93%. Además, el 62% considera que se trata de un medio de desplazamiento económico.
Tal y como se detalla en el estudio, la moto es un medio de transporte idóneo, sobre todo para distancias cortas, pero como usuario vulnerable resulta fundamental incrementar las medidas de precaución y procurar ser lo más visibles posibles. Realizar un curso de conducción especializado para motos puede ser muy interesante, sobre todo si no se ha manejado una moto con anterioridad. Hay que recordar que tres años después de obtener el permiso de la clase B, el conductor puede llevar motocicletas cuya conducción autoriza el permiso de la clase A1, es decir, cilindrada máxima de 125 cc, una potencia máxima de 11 kW y una relación potencia/peso máximo de 0,1 kW/kg.