Ventajas y desventajas del vehículo eléctrico
Poco a poco son más los conductores que apuestan por vehículos eléctricos. Los precios más asequibles y las ayudas que se han venido ofreciendo para la adquisición de este tipo de automóviles están consiguiendo que cada vez veamos más coches eléctricos en nuestras carreteras. Desde el Área de Prevención y Seguridad Vial de Fundación MAPFRE hacemos un repaso por las ventajas y desventajas que puede suponer tener uno de estos automóviles.
Las ventajas son numerosas, empezando por la contribución que se hace al medioambiente. Podemos decir que el nivel de emisiones y de consumo de combustible es cero. No emite gases nocivos. De esta forma reducimos las emisiones de CO2 y de contaminantes en las ciudades. Se apuesta, además, por la eficiencia energética y se permite la reducción de dependencia del petróleo.
En lo que se refiere al vehículo en sí mismo, estos coches se caracterizan por ser especialmente silenciosos durante su marcha. Algo agradable para el conductor pero que puede llegar a ser peligroso para los peatones, que en muchas ocasiones no se percatan de su cercanía.
Los expertos señalan que los automóviles eléctricos requieren de un menor número de revisiones. Además, tienen una buena aceleración y recuperación y son automáticos (sin tener que cambiar las marchas).
En el terreno económico encontramos grandes ventajas como la exención de pagar en zonas de estacionamiento limitado. Igualmente cuenta el apoyo de Gobiernos en multitud de países para incentivar su uso mediante ayudas a la compra.
¿Desventajas? Encontramos algunas, aunque muchas de ellas se solucionarán en un futuro inmediato, especialmente cuando el uso de este tipo de coches sea mayor. Aquí encontramos el tiempo de carga (demasiado), la autonomía limitada y los puntos de recarga que todavía son escasos (el Consejo de Ministros ha regulado la instalación de puntos de recarga en viviendas, aparcamientos y vía pública para incrementarlos). Otro de los inconvenientes es, sin duda, el precio de estos automóviles, todavía muy elevado. Lo mismo ocurre con las reparaciones, más caras en comparación con el resto de coches debido a que su fabricación todavía es más costosa. También es elevado el precio de las baterías y el coste de las piezas.
Otro de los requerimientos es la necesidad de llevar este tipo de vehículos a un taller especializado. Y es que cualquiera no puede arreglar un vehículo eléctrico. El taller debe contar con personal cualificado y especializado en estos coches.
Por su parte, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha enviado a más de 10.000 propietarios de vehículos con “Cero emisiones locales” un distintivo ambiental que identifica a los vehículos eléctricos puros (BEV), vehículos eléctricos de autonomía extendida (REEV), vehículos de hidrógeno (HICEV) y vehículos híbridos enchufables (PHEV) con una autonomía mínima de 40 kilómetros exclusivamente en modo eléctrico. El objetivo es identificar en todo el territorio nacional a los vehículos con “cero emisiones locales” y de ese modo facilitar a los Ayuntamientos la implantación de medidas de discriminación positiva (fiscales, de aparcamiento, de gestión del tráfico, etc.) en sus municipios.
También se han puesto en marcha recientemente el Plan MOVELE 2015 (con un presupuesto de 7 millones de euros) para incentivar la compra de vehículos eléctricos. Hay un catálogo donde se recogen los coches susceptibles de apoyo en el programa. Están en la página web www.movele.es.