¿Cómo es la visión de los conductores profesionales?
El 90% de la información que recibimos para la toma de decisiones al volante procede de nuestra visión. Por ello, es fundamental que cuando conduzcamos veamos bien, de forma clara y con un correcto campo visual. Muchos conductores profesionales pasan la mayor parte de su jornada laboral en la carretera, como los repartidores, así que con el objetivo de conocer su salud visual, Visión y Vida ha analizado la vista de los trabajadores del Grupo Correos, especialmente aquellos que están en la flota de profesionales de reparto y personal de oficina. En total, se han realizado 1.691 test visuales. La conclusión principal es precisamente que el conductor profesional tiene, en general, mejor visión que el no profesional. Y es que son más conscientes de que su visión es una herramienta clave para su trabajo diario.
¿Ven mejor los conductores profesionales que el resto de conductores? Según el estudio de Visión y Vida revela que así es. Concretamente, solo el 0,7% de los profesionales, comparado con el 5,4% del total, conducen con una agudeza visual inferior a 0,8 en ambos ojos. Extrapolado al total de la población ascendería a 178.238 conductores profesionales y 558.900 no profesionales. “Creo que se debe a que su visión es su herramienta de trabajo. Pasa muchas horas en carretera y, del mismo modo que busca que su asiento sea cómodo e ir equipado correctamente, necesita que su visión sea eficiente y no le genere, por ejemplo, fatiga visual, que es uno de los problemas más frecuentes. Su graduación está más actualizada y, por este motivo, es mejor”, señala Salvador Alsina, presidente de la asociación Visión y Vida, en declaraciones a Seguridad Vial en la Empresa.
Este estudio también pone de relieve que, pese a conducir más horas, tienen menos siniestralidad. Así, aunque los conductores profesionales conducen muchas más horas (siete de cada diez, más de 4 horas al día), solo se percibe un 7,3% más de siniestros. De hecho, casi siete de cada diez (69,7%) no ha emitido ningún parte a su aseguradora en los últimos 3 años.
REVISAR LA VISTA ES CLAVE PARA UNA MAYOR SEGURIDAD VIAL
En opinión de Salvador Alsina, no nos revisamos la vista como es debido porque “no duele”. “Vemos que se trata de dos factores: la estética y el dolor. En los problemas visuales no existe la variante o el factor de dolor y, además, muchos de ellos no se detectan tan fácilmente dado que no muestran signos”, afirma. De hecho, considera que revertir esta tendencia la clave es la concienciación: “tenemos que saber que es uno de los aspectos sanitarios que debemos revisar periódicamente, al igual que nos sometemos a chequeos médicos o que revisamos el aceite del coche antes de un viaje largo”.
Pese a ser un sentido importante para la conducción, un 16,4% de los conductores, cerca de uno de cada cinco, cree que no tiene buena visión al volante y, sin embargo, sigue conduciendo. Según el presidente de Visión y Vida, esto se debe a que no le damos suficiente importancia porque creemos que “nos defendemos”. “Ocurre en todos los ámbitos de la vida, no solo en la conducción, y al final supone un alto riesgo. Tardar más tiempo del debido en enfocar la visión del cuadro de mandos a la carretera o necesitar mucho tiempo y poca distancia para ver una señal de tráfico pueden suponer un despiste y, como consecuencia, un accidente. Al final, volvemos a repetir que lo importante es que no estamos concienciados e infravaloramos la importancia de ver bien para conducir seguros”, apunta.
PEOR VISIÓN AL CONDUCIR DE NOCHE
Entre las principales conclusiones del mencionado estudio, hay que destacar que el 74,4% de los conductores profesionales conduce más de 4 horas al día. Este número es mucho mayor que el del conductor no profesional (sólo el 17,3% conduce ese mismo tiempo). A esto hay que añadir que un 62,4% de los conductores profesionales se ponen al volante en situaciones de baja luminosidad entre más de una hora y más de 8 horas. Aunque la mayoría, el 24,7%, conduce entre 2 y 4 horas con poca luz, hay un 11,5% que conduce entre 4 y 6 horas de noche.
Al respecto, el presidente de Visión y Vida considera que aquí contamos con un factor que juega a favor de la baja siniestralidad. Y es que la mayoría de la gente que siente incomodidad conduciendo de noche decide no hacerlo. “Hay que tener en cuenta que, si revisaran el estado de nuestra visión en condiciones de baja luminosidad, nos encontraríamos con muchas personas con problemas. Eso se debe a que el ojo se miopiza por la noche, por lo que podríamos decir que tenemos ‘una mayor graduación’ y, además, aspectos como los halos de luz son molestos para el conductor. Lo mejor es dejarse asesorar por el óptico-optometrista porque quizá pueda ofrecer al usuario algunas soluciones como gafas con filtros especiales para mejorar la visión”, remarca el profesional.
EMPRESAS QUE CUIDAN LA SALUD VISUAL
¿Deben las compañías vigilar más la visión de sus trabajadores, especialmente si conducen? Salvador Alsina lo tiene claro: “al igual que la mutua revisa el estado de la salud general del trabajador, debería aconsejarse pasar una revisión visual con el profesional óptico-optometrista anualmente, dado que más allá de las pruebas de agudeza visual que suelen realizarse en este tipo de chequeos, existen otros muchos problemas que, para ser detectados, implican una revisión visual completa, que incluya campo visual, sensibilidad al contraste, etc.”, afirma.
Y es que la revisión que se realiza en los centros de reconocimiento puede no ser suficiente. Hay que tener en cuenta que la renovación del permiso de conducir se realiza cada 10 años (5 los conductores profesionales) hasta los 65, y cada 5 años a partir de esa edad. Es en este periodo tan largo donde debe entrar en juego la responsabilidad social de los conductores, “de ahí que desde Visión y Vida recomendemos una revisión visual cada año y hagamos énfasis en ello coincidiendo con las operaciones salida. De la misma manera que revisamos nuestro vehículo para poder viajar con tranquilidad, debemos revisar nuestra visión para poder viajar con seguridad”, concluye.